lunes, 30 de octubre de 2017

Jorge Glas, la batalla a la traición

Artículo de opinión por Marisol Bowen 

El Ecuador que alguna vez logró ser razón de orgullo para propios y extraños, se convirtió en menos de lo que canta un gallo ¡en el país de la vergüenza ajena!
Un país donde su presidente destila odio hasta por los poros; quien públicamente, ante decenas de niños y adolescentes, demostró ser un vulgar voyerista de las películas pornográficas. Donde ese mismo presidente junto al de la Asamblea se arrogan funciones que no les competen y extraditan criminales, donde los Asambleístas permiten cuanto atropello les pasan por las narices, donde el primer mandatario dice odiar al pueblo que le dio el poder, donde en cinco meses no ha hecho una sola obra pero cuestiona las miles que hizo su antecesor, donde con el más brutal descaro inaugura las obras de Rafael Correa como propias, donde el presidente pacta con los enemigos de la patria con inverosímil desvergüenza y a plena luz del día, donde se pisan los derechos y la Constitución como piedras en la calle, donde la Corte Constitucional “analiza” una Consulta popular inconstitucional, donde existe una vicepresidenta que no es vicepresidenta, y donde un Vicepresidente electo por voluntad popular yace preso sin pruebas en su contra, mientras los criminales sentenciados regresan airosos al país que destruyeron y otros son indultados o liberados de culpa.
No le quepa la menor duda, por cada inocente preso ¡hay un culpable libre! Pero eso es lo de menos para el peor gobierno de la historia democrática de la patria. ¡Lo escribo sin ahorrar tinta! Antes los malos ganaban siendo malos, pero esta vez ganó el más malo fingiendo ser bueno, y la traición es algo que no perdona el pueblo; de ahí que Judas siga siendo condenado en los corazones del mundo.
La traición y la deslealtad por parte de un gobernante y los que lo secundan, llegó a la máxima expresión del descaro, al “permitir” encarcelar a un vicepresidente y en su lugar posesionar a una vicepresidenta interina. Esa misma que ha dicho que el vicepresidente Jorge Glas: “no tenía funciones que desempeñar el 2 de octubre, cuando fue detenido para investigaciones”. ¡Absurda excusa!
La señora del arribismo está más perdida que árbol de navidad en febrero. Jorge Glas no perdió su función porque la establece la Constitución en el Art. 149, remplazar al presidente. Lo que Jorge Glas no tenía en esa fecha eran las delegaciones, esas que Moreno le quitó en un derroche de venganza. No obstante, el vicepresidente Jorge Glas usó sus vacaciones debido a que fue injustamente encarcelado, no abandonó su cargo, por lo tanto, Moreno no podía posesionar una vicepresidenta interina.
Por otro lado, según el Art. 149 de la Constitución, el vicepresidente tiene las mismas inhabilidades y prohibiciones del presidente de la República. La Vicepresidencia no es un cargo de libre nombramiento y remoción puesto por el presidente, es de elección popular; en tal virtud y considerando dicho artículo, Jorge Glas hizo lo que debía al igual que el presidente, informar sobre sus vacaciones, ¡no pedirle permiso! Es la segunda Autoridad del Estado por si ya se les olvidó.
Sin embargo, la vicepresidenta interina, para justificar que agarró la escalera oportunista, asegura que existe “ausencia temporal” de Jorge Glas. Es aquí donde recurrimos al Art. 146 de la Constitución que establece: “…Se considerará ausencia temporal la enfermedad u otra circunstancia de fuerza mayor que le impida ejercer su función durante un período máximo de tres meses”. Pero ocurre que las vacaciones no son enfermedad o circunstancias de fuerza mayor.
Únicamente si no existieran tales vacaciones, Moreno podía acudir al Art. 150 de la Constitución, con el que podía posesionar a uno de sus ministros para ejercer la Vicepresidencia de manera temporal, hasta que se cumpla la falta definitiva que buscan.
Vicuña es vicepresidenta interina encargada, ese cargo no existe, pero para darle “legalidad” han logrado confluir la ilegalidad con la legalidad, aunque tengan un evidente antagonismo. No obstante, en la palabra “Temporal” está el detalle, esa es la razón por la que Vicuña aparece como vicepresidenta sin que lo esperáramos, pero todo tiene una explicación. Ella no es la ficha clave del plan, es sólo un eslabón en la maquiavélica cadena del poder. La encargada de borrar de la memoria colectiva la figura del vicepresidente electo por el pueblo y allanar el camino para que el verdadero nombre del vicepresidente -si logran vencer a Jorge Glas-, salga a la luz con la falta definitiva.
Es ahí donde lo conoceremos; en los tres nombres que envíe Moreno a la Asamblea según el Art. 150 de la Constitución: “…En caso de falta definitiva del vicepresidente de la República, la Asamblea Nacional, con el voto conforme de la mayoría de sus integrantes, elegirá su reemplazo de una terna presentada por la Presidencia de la República. La persona elegida ejercerá sus funciones por el tiempo que falte para completar el período.”.
Sólo entonces sabremos quién es el segundo Judas.
No conforme con eso, la Contraloría General del Estado se suma a la hecatombe y “destituye”, -según el Contralor-, al vicepresidente en funciones. Lo que es ilegal e inconstitucional. La Contraloría No tiene la potestad para destituir al vicepresidente, la prueba está en que dicha determinación va acompañada de las siguientes palabras sobre quién debe destituirlo: “Deberá ser ejecutado por la autoridad nominadora”.
La Autoridad nominadora es quien nominó o designó a un determinado funcionario y es quien ejecuta la destitución. En el caso del vicepresidente no tiene autoridad nominadora porque quien lo nominó fue el pueblo en democracia. En ese marco la única que lo puede hacer es la Asamblea Nacional; con razones suficientes, por supuesto, no con manipulaciones ni violando sus derechos. Lo que según vemos en este país ¡lo agarraron como deporte!
La Contraloría podía destituir a Jorge Glas cuando era Ministro Coordinador de los Sectores Estratégicos y miembro del Comité de Licitación Hidrocarburífica, no ahora como Vicepresidente Constitucional. No es el órgano competente ni la vía legal. En ese contexto, dicha resolución puede ser impugnada con un proceso Contencioso Administrativo según el Código Orgánico General de Procesos (COGEP).
Cuidado y con este absurdo pretenden aplicarle un juicio político, ¡son capaces!
Por otro lado, el Contralor subrogante, quien emitió dicho pronunciamiento, incurrió en la causal para su destitución inmediata por arrogarse funciones que no le competen. Pero seguro eso no ocurrirá porque en la brutalidad del poder, ¡alguien tiene que hacer el trabajo sucio!
Finalmente, la Contraloría ha sentado un precedente, con tremenda aberración jurídica ¡pasaron a la historia de lo estúpido!
Ante los atropellos a los Derechos Humanos de Jorge Glas, su abogado solicitó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), medidas cautelares y veeduría para el proceso penal en su contra. Con lo que se podría levantar y cambiar la medida cautelar arbitraria ejercidas contra el vicepresidente. Este recurso internacional fue interpuesto el 23 de octubre y todavía no ha llegado la resolución. Es necesario recordar que la (CIDH) cuya sede se encuentra en los Estados Unidos, ha sido enemiga a muerte de los Gobiernos Revolucionarios Progresistas en Latinoamérica, lo que nos deja el sabor de una amarga premonición en la boca.
Ahora entendemos por qué los jueces de la Corte Nacional de Justicia le negaron el Habeas Corpus a Jorge Glas. Un recurso legal establecido en el Art. 89 de la Constitución: “La acción de hábeas corpus tiene por objeto recuperar la libertad de quien se encuentre privado de ella de forma ilegal, arbitraria o ilegítima…”.
Ahora entendemos por qué el Conjuez negó el cambio del juez que lleva la causa donde involucraron a Jorge Glas, quien fue denunciado por el Abogado del vicepresidente, Dr. Eduardo Franco, por Prevaricato, una queja por Error Inexcusable y una demanda de Recusación.
Ahora entendemos el descaro público de varios Asambleístas al conformar un bloque traidor dentro del bloque Revolucionario. Están tratando de sacar a Jorge Glas a como dé lugar y le disparan por todos los flancos: abandono de cargo, destitución por la Contraloría o juicio político, ¡el que salga primero! En cualquiera de los casos los Asambleístas deberán votar en favor o en contra del vicepresidente, ahí es donde el bloque de Asambleístas iscariotes, dejarán al descubierto sus caras.
Todo como en las siniestras películas de terror de Alfred Hitchcock, ¡maquiavélicamente calculado!
Han traicionado, perseguido, vilipendiado y encarcelado a un inocente que resiste de forma inhumana. Han burlado a su pueblo, han destruido a su familia y han dejado los brazos de una madre ¡vacíos! Pero cuando el pueblo se levanta, ¡los traidores se arrodillan!

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