lunes, 8 de julio de 2019

La pedagogía crítica de Paulo Freire


Por Davide Matrone
Hace 40 años, Paulo Freire visitó el Ecuador gracias a una invitación del entonces Vicepresidente de la República, el doctor Oswaldo Hurtado. 
El primer gobierno democrático de Ecuador, liderado por el abogado Jaime Roldós, fijó como uno de sus objetivos en política educativa disminuir el analfabetismo, ampliando los servicios educativos a la población rural del país. Considerada la larga y proficua experiencia de Freire en las campañas de alfabetización en todo el continente, el gobierno ecuatoriano no podía escoger a una mejor figura para cumplir con su objetivo.
Paulo Freire, en sus 5 días de permanencia en el país realizó una serie de encuentros con académicos y educadores, para asesorarlos y comprender de cerca cuales eran los proyectos educativos bilingües en marcha y las fases de la campaña de alfabetización implementada por el Gobierno.
En su visita al Departamento de Lingüística de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador y en presencia de la Profesora Yépez, Freire tuvo la oportunidad de constatar los avances que se habían registrado hasta al momento en el campo de la investigación, de la rigurosidad científica, del trabajo de investigación lingüística, de las diversas ramas del quichua y de la capacitación de cuadros en el país. Sin embargo, la relación entre el pensador de Recife y Ecuador no se materializó exclusivamente con su visita en el año 1979. El pensamiento de Paulo Freire aterriza en Ecuador mucho tiempo antes de su visita física y llegaría a introducirse mediante el proceso de implementación de las Escuelas Radiofónicas Populares del Ecuador (ERPE), fundadas por Monseñor Leonidas Proaño. A partir de la década de los 60as, los postulados teóricos de Freire llegaron así a aterrizar en el trabajo cotidiano y la acción pastoral del Obispo de Riobamba Proaño, que los experimenta durante la implementación de la campaña de alfabetización del año 1962 y una década después, en la transmisión radial “Hoy y mañana”, perteneciente a ERPE.
Mediante su trabajo, Paulo Freire se encontraba implementando una propuesta educativa y pedagógica alternativa al paradigma funcionalista predominante en todo el continente americano, especialmente durante las décadas de los 50as y 60as. Su trabajo llegaría a tener un valor inmenso en el proceso constitutivo de una conciencia crítica en los sectores populares del continente.
Desde el año 1962 en adelante, empezaría su experiencia de alfabetización, logrando demostrar la alfabetización de una pequeña comunidad de iletrados en apenas unas pocas semanas, con buenos resultados. Su experiencia llegó a registrar un nivel de aceptación general por parte de la población, el cual pronto se extendería por todo el Brasil y llegaría a traspasar fronteras. Las experiencias de alfabetización se fueron extendiendo poco a poco a una gran parte de América Latina. Estas incluirían programas con pueblos indígenas trilingües en Guatemala, en cooperativas campesinas en Ecuador, en el Altiplano peruano y boliviano, en México y Chile, además de los barrios de Buenos Aires y Caracas.
El punto de partida de Paulo Freire reside en la crítica al tipo de educación hegemónica que contribuye a mantener la sumisión y la alienación de los sectores oprimidos. En este sentido la educación emancipadora, que se encuentra en el centro de la propuesta freiriana, parte de una concepción política y revolucionaria del acto educativo: “En verdad no sería posible llevar a cabo la educación problematizadora, que rompe con los esquemas verticales característicos de la educación bancaria, ni realizarse como práctica de la libertad sin superar la contradicción entre el educador y los educandos.”
Volviendo al Ecuador, el pensamiento del pedagogo brasilero pasaría a convertirse en una herramienta de lectura y análisis de la realidad en el trabajo cotidiano del padre Proaño, que le daría una nueva lectura y formularía soluciones a problemas en las comunidades indígenas del Chimborazo, complementando su metodología de trabajo de inspiración jocista (ver – juzgar - actuar). Proaño declararía en sus escritos: “a partir de los años 60as, cuando conocimos y estudiamos el pensamiento de Paulo Freire, dimos un viraje muy fuerte a la Planificación Pastoral en la Diócesis de Riobamba y al proyecto de alfabetización para los campesinos de la Provincia de Chimborazo”.
Finalmente, cabe resaltar que la pedagogía crítica de Freire, aplicada en las primeras campañas de alfabetización en el Ecuador, dio resultados increíbles.  En los primeros 5 años (1962 – 67) se registraría un incremento de escuelas de alfabetización de 27 a 327, además de un aumento significativo de estudiantes, que pasarían de 540 a 2280; es decir, un incremento de 1740 personas. En definitiva, en los primeros años de la campaña, se alfabetizarían casi 10.000 campesinos de todas las Provincias de Chimborazo, que aumentarían a casi 15 mil el número total de alfabetizados hasta el año 1970.[1]

[1] Estos datos fueron recopilados durante mí investigación sobre Las Escuelas Radiofónicas Populares del Ecuador (ERPE) realizada desde el año 2015 hasta al año 2017.

Referencias:
Freire, Paulo. 1976. La educación como práctica de libertad, México: Siglo XXI Editores.
Proaño, Leónidas. 2011. Nos educamos los unos a los otros. Riobamba: Fondo Documental Diocesano.
Silva, Alberto. 1976. “Paulo Freire: una educación para liberar”. Revista de Educación (enero – febrero).

martes, 23 de abril de 2019

¿PhD obligatorio? de lo academicista a lo político.

Por David Añazco Ojeda


Imagen del European University Institute


El abordaje que se le ha dado a esta cuestión ha sido más bien academicista, pero enfrentar el debate también merece asumir una postura política. Como ya es de conocimiento público a inicios de este mes se conoció sobre una propuesta de reforma de la Ley Orgánica de Educación Superior (LOES) donde se plantea la eliminación del requisito de PhD para rectoras/es y profesoras/es principales. La propuesta es bastante mediocre, no tanto por la sugerencia de eliminar el requisito, sino por los livianos o nulos argumentos que se esgrime. Primero, se ha mencionado que varios de los PhD que laboran en el país son extranjeros. Bueno, ¿cuál es el problema de eso? La internacionalización, como lo sugiere la carta de la EPN, es una virtud en las instituciones de educación superior (IES), no un problema. Segundo, se señala que los ecuatorianos que han obtenido ese título lo han hecho en el extranjero y por lo general son personas con altas posibilidades económicas. Al respecto no hay ni un solo dato que lo argumente. Pero, es justamente sobre este punto donde es posible abrir la discusión política.

Por una parte, quienes estamos en los circuitos académicos sabemos con perfecta claridad que acceder a estudios de PhD no es barato, mejor dicho, es bastante caro. Considerando que el Ecuador casi no tiene oferta de formación doctoral, la única posibilidad para muchos es hacerlo en el extranjero. En ese caso, para buena parte de nosotros la única posibilidad de hacerlo es a través de una beca. Por ese motivo, considero que la disputa que debemos llevar a cabo desde los sectores académicos, es por institucionalizar un programa de becas con recursos suficientes y pertinentes con un carácter bastante radical respecto de la discriminación positiva. El emblemático programa de becas de la SENESCYT en los últimos dos años ha sido torpedeado; y, de hecho, la última reforma de la LOES transfirió la responsabilidad a las IES (ver por ejemplo el artículo 26 del Reglamento de Régimen Académico). Por lo tanto, si bien la propuesta es eliminar la exigencia para profesoras/es principales y rectoras/es, considerando la tendencia de doctorizarse, no tiene sentido, o es injusto, que el Estado exija un tipo de nivel de formación, si no genera las condiciones para que sus académicos/as puedan formarse.
Por otro lado, existe otra brecha importante: ser admitido en un programa doctoral no es fácil desde la perspectiva de cultura académica, salvo en los llamados PhD express (tipos de doctorado de dudoso nivel académico que prácticamente funcionan y se ofertan a modo de mercancía). Decía que no es fácil porque demanda un tipo de experiencia compleja, entre otros: saber un idioma extranjero, tener experiencia en grupos, proyectos y equipos de investigación, haber publicado, recomendaciones, etc. Quienes están a la vanguardia de la investigación en el país, seguramente dirán que esto debe ser habitual de un académico. Hay que luchar contra toda forma de mediocridad en la educación, pero hay que caracterizar los problemas desde una perspectiva histórica. Veamos.
Si asumimos que las publicaciones científicas son un buen indicador de la actividad de investigación que se realizan en las universidades, nuestro país aún está en una etapa embrionaria. Así pues, desde 1996 a 2006 el porcentaje que el Ecuador aportaba al mundo[1] era de 0,1% — 0,2%. Los datos sugieren que el Ecuador comienza su despunte en el año 2013: a nivel regional aportaba el 0,64% y a nivel mundial 0,4%. Para el año 2017 a nivel regional aporta 2.27% y a nivel mundial 0,11%. Yo me animaría a atribuir este crecimiento a la inversión pública en educación, ciencia y tecnología; recordemos que ésta pasó del 0,7% al 2% del PIB. En consecuencia, lo diría de manera sencilla, sin plata no hay investigación: sin plata no hay garantía de formación de investigadores. Pese a que hubo un crecimiento, el Ecuador recién comienza a salir de un lugar marginal. En ese caso, claro que se necesitan investigadores, PhD o no, pero fundamentalmente se necesitan fondos para investigar y formar nuevos investigadores.
Con lo antes señalado, puedo retomar el punto de lo habitual que debe desarrollar un investigador en la universidad. Nuestra academia recién comienza a formar una cultura académica que se alinea a lo que ocurre en otras universidades importantes a nivel mundial. A menudo en la universidad ecuatoriana se notaba la ausencia de grupos de investigación, nichos académicos y participación en líneas de investigación relacionadas a debates de punta en la ciencia mundial. Lo que en los países “desarrollados” se asume como normal en el quehacer de un investigador, en nuestro país recién comienza a naturalizarse porque las condiciones han sido diferentes (no podemos comparar los resultados de investigación de una de nuestras universidades con una del llamado primer mundo sino miramos algo tan básico como el presupuesto y tiempo destinado a tal actividad). Ahora comienza a existir una cultura de investigación, de búsqueda de fondos, de articulación a través de redes de investigación, de innovación docente, etc. Por ello, pienso que la universidad ecuatoriana como espacio de trabajo del docente e investigador, podría ser vista como el espacio primigenio para formar investigadores y docentes[2] en ese caso hay que valorar las diferentes trayectorias de aprendizaje y posibilidades de las y los investigadores, donde el doctorado sería una experiencia importante, pero no la culminante.
Alguien que ha tenido la oportunidad de formarse como PhD seguro que forma parte de una cultura académica bastante solvente y habrá participado de los contextos antes señalados. Por ello pienso que la primera tarea de un PhD, que ha tenido dichas experiencias, debería ser la de colaborar en la construcción de espacios que permitan a las nuevas generaciones de investigadores acceder y ganar profundidad en la cultura académica. Porque esto también sería garantía para que las personas que están interesadas en hacer una carrera científica, acumulen experiencia y capital cultural para que puedan acceder y ser admitidos en programas doctorales.
Tengo mucha consideración de aquellos investigadores jóvenes que ostentan tremendos currículos y una formación extraordinaria. Lo que no coincido con muchos de ellos, y por eso he tenido discusiones en grupos de becarios, es que frecuenten la palabra mérito como producto del esfuerzo individual. Mi experiencia me sugiere que detrás de grandes méritos hay grandes oportunidades. Un mérito es una buena oportunidad aprovechada. La tarea política de los académicos comprometidos es luchar porque esas oportunidades sean ampliadas y profundizadas para todos los sectores de la población. Porque o sino, con en esta lógica — como diría Chomsky — del rat race que se da en la academia, estaríamos favoreciendo la marginalización de muchas personas. Y, en consecuencia, veríamos poquísimos colegas indígenas, afrodescendientes, o hijos de las familias de los cuartiles más pobres siendo rectoras/es o profesores/as principales de nuestras universidades. Porque dichos sectores son ejemplos bastante gráficos de la exclusión educativa. No hay que olvidarnos que, al menos en nuestra región, estudiar y egresar de la universidad es casi un privilegio. El tránsito hacia la universidad ya es demasiado complejo, se estima que alrededor de un 41% de la población entre las edades de 25–29 años no ha terminado la educación secundaria[3].
Para finalizar, valdría volver a escuchar la canción de Los prisioneros — “El baile de los que sobran”, nos dijeron cuando chicos jueguen a estudiar, los hombres son hermanos y juntos deben trabajar… y no fue tan verdad, porque esos juegos al final terminaron para otros con laureles y futuro y dejaron a mis amigos pateando piedras. Pregunto ¿el laurel para el doctor?
Postdata: mis queridos pálidos lectores y colegas, habría que pensar la academia desde puntos de vista interculturales. Los conocimientos ancestrales no se agotan en los doctorados, y los sabios de diferentes sectores también pueden enseñar e investigan. Alerta, tenemos una visión demasiado occidentalizada del saber.
Bibliografía
[2] Para 2016 de 36.279 profesores en el sistema, 29.342 son profesores con maestría. Fuente: https://www.educacionsuperior.gob.ec/wp-content/uploads/downloads/2019/01/Boletin_Analitico_SENESCYT_Diciembre-2018.pdf
[3] Fuente: Education, skills and youth in Latin America and the Caribbean. Disponible en: 

domingo, 14 de abril de 2019

El debate sobre Assange: Opiniones para trascender la cultura del meme


Por David Añazco Ojeda

Pienso que en el Ecuador hemos sido muy irresponsables con el caso Assange. Buena parte de la sociedad ecuatoriana ha dejado que le den pensando sobre el tema. Así, se ha sedimentado una opinión que hace lo más fácil: vincular a Assange con Correa. Al respecto me permito opinar lo siguiente.

Uno puede tener más o menos simpatías y odios a Correa, eso cuenta poco en el debate, porque a nivel global Assange es muy importante en la historia reciente de la humanidad. Me animo a decir esto por lo trascendente que es Wikileaks en la llamada sociedad de la información. Wikileaks se configura como una estructura que confronta al centro del poder global. Ha acertado serios golpes contra la élite del mundo y sus fuerzas (agencias de inteligencia). Gracias a Wikileaks sabemos, entre otras muchísimas cosas, que si la CIA quiere puede mirarme mientras escribo este post, o tu mientras lo lees; ambxs  podemos ser irrelevantes, pero ellos también pueden saber lo que hace Merkel, o cualquier presidente del mundo. Dicho de un modo sencillo, sabemos que usan la actividad realizada con medios digitales o a través de ellos (GPS por ejemplo) como arma de guerra y comercio. Pero también sabemos que los Yankees mataron a civiles en medio oriente, y muchas veces no lo hicieron por error, sino por gusto. Entonces, no es un simple tema de libertad de expresión sino de una disputa contra el centro del poder político del mundo.

En ese escenario la posición de Ecuador fue vital para esa disputa, y solo ahí cobra relevancia la posición de Correa y su gobierno en la política internacional. Al otorgarle asilo, la embajada de Ecuador en Londres se convirtió en un nicho simbólico del la resistencia a ese poder autoritario que sin límites busca controlarnos o regular la información para intervenir en la política (ver por ejemplo el caso de Cambridge analytics).

Assange, como digo, para la historia reciente y global trasciende a Correa. Ya se sabe que desde la legalidad nacional lo que se hizo a Assange fue un abuso a los derechos humanos, en tanto ciudadano ecuatoriano. Ya se sabe que lo del embajador, canciller y el presidente es traición a la Constitución porque permitieron que las fuerzas de seguridad británicas violen la soberanía nacional (entraron como Pedro por su casa); eso es una vergüenza nacional. Pero fundamentalmente es una vergüenza internacional porque Lenín Moreno traiciona una legado de la diplomacia latinoamericana que ha sido respetar el asilo. Y además, y esto es esencial, porque traiciona la resistencia que Assange significa a nivel internacional; ya que, él goza de una simpatía generalizada porque es quien encarna aquello de V de Vendetta y todo el sentido que eso implica para los ciudadanos del mundo occidental moderno.

Me parece que más allá de las legalidades, lo que significa Assange y Wikileaks es lo relevante en el mundo de hoy y en este debate. Y frente a eso uno tiene que tomar una postura. O bien se posiciona con quienes garantizan y se sirven de la hiper vigilancia, las mafias, los flujos de capital que favorecen al terrorismo a través de cuentas offshore, de lado de aquellos que registran nuestra actividad y la usan para la guerra, el comercio y la violencia, o bien uno se posiciona en el lugar de resistencia y crítico que representa Assange y Wikileaks, el lugar de la rebeldía, de "la necedad de lo hoy resulta necio" , como diría Silvio.

Lo demás es harto mediocre. Seguir el discurso más vano e infame de decir que es un gringo vago por el cual Estado ecuatoriano había gasto 5 millones de dólares. Primero que lo demuestren. Si es así, yo aplaudo que hayamos aportado eso para tal signo de resistencia en el plano internacional. Si no, que pidan disculpas por mentirosos. Además,  vincular a la ligera a Correa con Assange es muy mediocre, porque eso refleja la pereza intelectual de dedicarse a estudiar las situaciones y la coyuntura. Para asumir posiciones hace falta más que ver memes y Teleamazonas. Decía Spinoza, se creen libres porque no conocen sus cadenas. A veces, no pensamos por nosotros mismos, sino que la central de inteligencia nos hace el favor de hacerlo. Así, usted no habla, sino repite. No dice, sino balbucea.

Lo que no tienen los de la CIA que sí tiene Assange son ideas, y esto a mi me parece vital en esta disputa. Él dice en una entrevista (2017), con Iñaqui Gabilondo, "mientras pueda trabajar puedo ser feliz. Soy una persona que necesita el conflicto. La clase de persona que necesita el conflicto intelectual para ser feliz. Y me gusta ganarlo".

Lenín Moreno no quiso intervenir en la partida. Prefirió hacer de peón del imperio.

martes, 26 de marzo de 2019

INFORME PRELIMINAR DE OEA DEJA UN SABOR A PROCESO (ELECTORAL) CAÓTICO, ASÍ LO ASEGURA EX CANCILLER DEL ECUADOR.

Las elecciones seccionales de 2019, sin duda nos dejarán más dudas que certezas a las y los ecuatorianos, por el cuestionable manejo que hubo durante la transmisión de datos en la página web del CNE. Sin embargo, eso no fue lo único que ha generado incertidumbre. El tratamiento general del Consejo Nacional Electoral ha sido fuertemente cuestionado por la OEA, así lo asegura Guillaume Long, ex Canciller del Ecuador y ex ministro de Relaciones Internacionales y Movilidad Humana, después de revisar el informe preliminar del organismo internacional. A continuación, las apreciaciones del ex Canciller, las cuales fueron publicadas por su página de seguidores en el Cara de Libro:

Como siempre, al informe (preliminar) de la misión de observación OEA hay que leerlo con detenimiento. En esencia dice:

Como siempre, al informe (preliminar) de la misión de observación OEA hay que leerlo con detenimiento. En esencia dice:

1. Que el CNE se ha desinstitucionalizado. La misión se queja de "4 cambios de presidencia y 3 cambios en su integración" en menos de 2 años con esta transición.

2. Que la depuración de los 43000 extranjeros del padrón electoral sin darles posibilidades ni tiempo para impugnar o ponerse en regla podría ser un caso de violación de los derechos de participación. (Esto es muy grave y puede acarrear consecuencias legales muy serias).

3. Que "existió una campaña que claramente movilizó recursos para el voto nulo, sin que esto estuviera regulado. Por ej, autoridades y actores políticos llamaron al voto nulo, incluso en periodo de silencio electoral [TRUJILLO], lo cual distorsionó la equidad en la elección".

4. Que "no hubo claridad sobre una parte tan trascendental como es el conteo de votos". El "mensaje no oficial de un consejero del CNE [VERDESOTO]" sosteniendo "que cada papeleta anulada valdría tres ... acrecentó aún más las dudas e incertidumbre". También insiste [de nuevo, con dedicatoria para VERDESOTO] que "resulta importante que esas autoridades concilien la diversidad de opiniones y el debate interno vigoroso con el sentido institucional de sus miembros una vez que las decisiones del órgano han sido adoptadas".

5. Que "el día anterior a la elección, la misión recibió documentación de 5 candidatos al CPCCS respecto a un proceso de descalificación" y que "considera problemático que se le dé curso a un procedimiento de este tipo, cuando ya incluso estaba en marcha la votación". Para la misión, "las autoridades deben velar por garantizar la certeza jurídica a las y los candidatos previamente habilitados". Es decir, no hubo tales garantías...

6. El papel del CNE en rechazar propuestas de publicidad de ciertos candidatos, en algunos casos exigiendo "el uso de palabras específicas", "podría constituir censura previa, incidiendo sobre la libertad de expresión ... de los actores del proceso electoral".

Entre muchos otros elementos críticos.
En general, la lectura de este informe preliminar deja un sabor a proceso caótico, en un contexto de debilitamiento y politización de las autoridades electorales, propio del actual contexto de descalabro institucional que vivimos en Ecuador.


A continuación, las capturas de pantalla, a través de la página de seguidores del ex Canciller del Ecuador y ex ministro de Relaciones Internacionales y Movilidad Humana.





domingo, 20 de enero de 2019

Ibarra: Los policías ¿podían hacer efectivo el uso progresivo de la fuerza para neutralizar al agresor?


Después del lamentable y repudiable femicidio ocurrido y filmado en la ciudad de Ibarra, varias personas se han preguntan lo siguiente: Los policías ¿podían o no hacer efectivo el uso progresivo de la fuerza para neutralizar al agresor? Para responder a esta pregunta es necesario revisar la normativa legal y los artículos pertinentes. Según el acuerdo ministerial 4472 del año 2011, donde se resolvió la creación de un "Reglamento de uso legal, adecuado y proporcional de la fuerza para la policía nacional del ecuador" sirvió para normar, entre otros mecanismos, el uso de armas letales por parte de la fuerza policial. 

El reglamento expresa lo siguiente:

Art. 11.- Niveles del uso de la fuerza. Literal 5. FUERZA POTENCIAL LETAL, UTILIZACIÓN DE FUERZA LETAL O DE ARMAS DE FUEGO CON MUNICIÓN LETAL, a efecto de neutralizar la resistencia o actuación antijurídica violenta de una o varias personas, EN SALVAGUARDA DE LA VIDA DE LA SERVIDORA O SERVIDOR POLICIAL O DE UN TERCERO FRENTE A UN PELIGRO ACTUAL, REAL E INMINENTE.

Peligro inminente de lesiones graves o de muerte:

Art. 14.- Uso de Armas de fuego con munición letal.- Las y los servidores de la Policía Nacional sólo emplearán armas de fuego con munición letal EN DEFENSA PROPIA O DE OTRAS PERSONAS, EN CASO DE PELIGRO ACTUAL, REAL E INMINENTE DE LESIONES GRAVES O DE MUERTE, o con el propósito de EVITAR LA COMISIÓN DE UN DELITO PARTICULARMENTE GRAVE QUE ENTRAÑE UNA SERIA AMENAZA PARA LA VIDA O CON EL OBJETO DE DETENER A UNA PERSONA QUE REPRESENTE ESE PELIGRO Y OPONGA RESISTENCIA o por impedir su fuga y solo en el caso que resulten insuficientes medidas menos extremas para lograr dichos objetivos. En cualquiera de estos casos, sólo se podrá hacer uso intencional de armas de fuego con munición letal cuando sea estrictamente inevitable para proteger una vida o la integridad propia o de terceros.

Contexto, análisis y las conclusiones del caso: Diana Carolina R. mujer que además estuvo embarazada, sufrió un femicidio en la ciudad de Ibarra la noche del sábado 19 de enero del presente año. El agresor Jordi L.G. la tuvo como rehén con un arma blanca cerca de 90 minutos. El hecho transcurrió en las calles Pedro Moncayo y Luis Cabezas Borja, a la cual asistieron decenas de curiosos y ocho policías nacionales. Ahora bien, en 90 minutos los policías pudieron hablar y negociar una entrega que no permitiese el tan lamentable desenlace, tal y como señala el artículo 11, literal 2 del reglamento. Al no tener una respuesta favorable, los ocho policías podían neutralizar a quien atentaba con la vida de la mujer, pues el agresor tenía un cuchillo en la mano y en reiteradas ocasiones mencionó “lo voy hacer”, refiriéndose a que la iba a acuchillar. La neutralización se pudo realizar con armas incapacitantes, tal y como señala el artículo 11, literal 4 del reglamento; o, utilizando como caso extremo el uso de armas de fuego con munición letal; ya que, las circunstancias y el contexto daban para ello, tal y como se expresa en el artículo 11, literal 5 y en el artículo 14 del reglamento aquí mencionados. Con lo antes expuesto se puede decir que sí, los policías podían y de hecho pueden utilizar el uso progresivo de la fuerza de acuerdo a cada circunstancia. El lamentable suceso debería ser un llamado de atención urgente a la policía nacional y a las autoridades correspondientes, para que se brinden capacitaciones acerca de la normativa legal a quienes están encargados de proteger a la ciudadanía y que así no se tenga el temor de actuar de acuerdo a cada circunstancia. 

Artículo realizado por Edison Posso.



Ecuador: candidato de derecha, Guillermo Lasso, ganó más en 2020 que en los últimos 5 años

El año más trágico para el mundo, donde millones de vidas se han perdido a causa de la Covid-19, singularmente fue de bonanza para uno de ...