jueves, 29 de junio de 2017

Diálogo, el despertador de las aguas mansas.

Opinión
Marisol Bowen 

Por mucho que se vista de “diálogo” la acción, está claro por historia, que pretender conciliar y gobernar con la derecha es como pretender llegar al cielo a través del diablo.
Es por ello, que cuando hablamos de un político con tamaña escuela, como la que tuvo el actual Mandatario junto a Rafael Correa, y que por sus años ha vivido gran parte de los gobiernos fascistas de la derecha -con cuyos protagonistas hoy dialoga-, mal hacemos en pensar que el propósito es tener a todos contentos para que lo dejen gobernar. Ni estamos ante una inverosímil política de paz y amor, donde se involucra a quienes no conocen el sentido etimológico de esas palabras. En ese contexto, giramos a velocidad hacia la derecha y es humanamente imposible el beneficio de la duda.
En consecuencia, se va fraguando un romance conciliador con algunos partidos políticos como el partido social cristiano. Cuyas manos forjadoras -las de León Febres Cordero-, murieron con demasiadas condenas sin purgar, demasiadas historias sin contar y demasiada impunidad. Dueño absoluto de tantos muertos y desparecidos, que deambulan como entes en la injusticia del olvido, almas sin descanso de la época de la derecha opresora. El tristemente célebre, el tirano del revolver en el cinto; ¡quien vivirá por siempre! ¡En la herida abierta de la patria!
No hay discusión, no vale la pena el diálogo desde ningún ángulo con quienes entre malos y muy malos, representan el ayer oscuro de la patria; ni en el mejor de los casos podrían aportar un rayo de luz siquiera, cuando priman sus vergonzosos prontuarios y sus bajas intenciones.
Entre los invitados especiales del famoso "diálogo", tenemos a Paco Moncayo. Enemigo acérrimo de Rafael Correa y la Revolución Ciudadana. Conocido militar golpista y la personificación de Judas; quien fuera designado jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, por el entonces presidente Abdalá Bucaram. Sin embargo, el 6 de febrero de 1997, fue parte de los que lideraron la turba que derrocó al mismo Bucaram.
Bucaram, perdido pero esperanzado, le brindó una nueva cuota de confianza a Moncayo, llegando a un acuerdo: que la entonces vicepresidenta Rosalía Arteaga ocupara la presidencia - lo que constitucionalmente debía ser - pero dicho acuerdo se hizo humo y el poder quedó - como de costumbre - repartido entre el Partido Social Cristiano, Izquierda Democrática, MPD, Democracia Popular, y FRA, quienes se comieron a la vicepresidenta Rosalía Arteaga con salsa de tomate y nombraron “presidente interino“ a Fabián Alarcón, presidente del entonces nefasto Congreso Nacional.
Hablando de Bucaram, también está invitado a la fiesta del "diálogo", su hijo, Dalo Bucaram. Quien, en nombre de su campaña política, se cansó de calumniar al vicepresidente Jorge Glas, que hoy a fuerza de justicia, sigue demostrando su inocencia y recogiendo con algodón su honra que fue regada por este individuo, ¡como un vaso con agua en el piso!
No tan lejos está la también invitada al “diálogo”, Cinthya Viteri, quien en sus propuestas de campaña aseguró que todos los candidatos del PSC que lleguen a la Asamblea, firmarían un pedido de juicio político en contra del actual vicepresidente de la República, Jorge Glas. Lo que nos deja claro - con un poco de memoria - que el inminente juicio político al vicepresidente, no es circunstancial. Dejando a la intemperie las verdaderas intenciones de su partido político, ya que indicó también que “la corrupción en el sector petrolero conduce a Glas y Glas a Correa…”. Y no nos cabe la menor duda, Glas es solo el camino para llegar al objetivo: Rafael Correa. Ahí el hilo y el ovillo.
Finalmente, Viteri no ganó, pero su propósito se consuma. Nebot conocido político del Partido Social Cristiano y Rodas del partido CREO - SUMA, enemigos públicos de Rafael Correa y la Revolución Ciudadana, también acudieron al llamado “conciliador” del actual mandatario. Hoy, lejos de corresponder a tal romance, junto a otros políticos opositores, formalizaron el pedido del Juicio Político contra el vicepresidente Jorge Glas; sin tener pruebas contundentes en su contra. Aduciendo como causal la "concusión", una figura legal establecida en la constitución, de haber "permitido" los actos de corrupción en los casos Petroecuador y Alecksey Mosquera. Investigaciones que vienen realizando la Fiscalía y donde no se han encontrado pruebas que lo incriminen.
Todo acompañado hasta la fecha, del silencio del que fue su compañero de fórmula, quien, al contrario -hoy que peligra la justicia para el vicepresidente elegido democráticamente-, les facilita a sus enemigos con el “diálogo” la escabrosa ruta del más ruin propósito. Dejando como resultado, el perdón a todo el daño causado a la honra ajena, ¡en nombre de un amor sin causa!
No cabe duda, lo he escrito infinidad de veces; la cabeza de Jorge Glas es el camino a Rafael Correa, no a Lenín Moreno.
¿Por qué buscar destruir a Rafael Correa, un hombre que en la práctica ya no se encuentra en la vida política ecuatoriana? La respuesta es simple, porque sin diálogos infructuosos como peligrosos, le quitó el privilegio a los Social Cristianos que gobernaban incluso a bala; porque fue quien llegó a liberar una patria, que era la hacienda de los zares intocables de la política, “la crème de la crème” de la alta sociedad. Porque sigue vivo, sigue invicto y sigue siendo el líder político más fuerte del país. Razones de sobra para crucificar la temible presencia de una mano justa como implacable, cuyo retorno evitarán a cualquier precio, y que según pinta el panorama, sería más temprano que tarde.
Dice un viejo adagio, “la razón no exige fuerza”, y como ante lo evidente no hay suposición que valga; estamos frente a una larga fila de conocidos políticos opositores, instigadores y calumniadores que hoy disfrutan de un “diálogo” inmerecido, incluso de cargos públicos, y se limpian la boca con servilletas de seda, la crema de un pastel ¡llamado Ecuador!
Pero en medio de todos los diálogos están los olvidados, el pueblo revolucionario; los que antes sabíamos de qué lado estar porque solo había dos orillas, los revolucionarios y los opositores. Esos mismos que hoy estamos divididos entre confundidos, esperanzados, Correistas, Morenistas y opositores contentos; en definitiva, ¡más perdidos que párroco en un burdel! Girando en espiral en una vorágine de preguntas e interpretaciones sobre un gobierno que se supone revolucionario, - y que, dicho sea de paso, fue por lo que votamos -, cuyas acciones, contrarias a cualquier corriente revolucionaria, muchos no alcanzan a entender.
Un pueblo que no ha sido llamado al diálogo profundo y romántico de todos contra todos, porque saben que jamás aceptaremos un diálogo bajo esas circunstancias; donde debemos abrazar al enemigo, perder nuestras batallas ganadas y en el romance más burdo de la historia, ¡olvidarlo todo! Algo que haría involucionar nuestras luchas y que denota ¡más complicidad que paz! En ese contexto, ¡no estamos dispuestos a doblar las rodillas! Eso en la política, la práctica y la ideología revolucionaria, ¡es simplemente inadmisible! Bien lo dejó escrito el Che Guevara “Solo los que viven de rodillas, ven a sus enemigos como gigantes”.
De ahí que encantar al pueblo con cantos de sirenas a modo de gentil placebo, sea más fácil. Porque durante 10 años ese pueblo fue guiado por un gran líder que le devolvió la justicia social y la dignidad. Logrando convertirlo de forajidos tumbando presidentes a guerreros revolucionarios de una patria altiva y soberana. ¡El pueblo valiente del 30S!, ¡quienes a prueba de fuego cuidamos su legado, la década ganada!  y sus espaldas!; porque tenemos la convicción necesaria ¡para dar batalla! Como lo escribió Mahatma Gandhi, "un hombre es el soldado más fuerte, cuando se atreve a morir sin armas"
Un pueblo solo comparable con un mar en calma, mojando apenas los pies de la gratitud; razón por la que subestimarlo resulte absurdamente confiable. Más si se está prevalecido del “poder” político de las malas juntas, y esa placida cortina del absurdo diálogo que nos va fracturando la paciencia, y que finalmente, no le ha dejado advertir ¡el peligro de las aguas mansas!
Marisol Bowen


sábado, 24 de junio de 2017

Plan borrador

Por Marisol Bowen

Según lo indican varios medios de comunicación, el actual mandatario Lenín Moreno, ha dispuesto que se eliminen de los despachos de los funcionarios de gobierno y de las instituciones públicas la imagen del Presidente de la República, para sustituirla por la imagen de personajes históricos emblemáticos, iniciando - coincidencia - con Manuela Espejo.
Como es bien conocido por todos, históricamente los funcionarios de gobierno y las instituciones públicas, tienen la foto del Presidente de la República en sus paredes; la cuestión es que algunos de los actuales funcionarios de Gobierno, como la Parlamentaria Pamela Aguirre aún conservan la de Rafael Correa, es así que en resistencia a esta disposición, se ha manifestado públicamente en su cuenta de Twitter, “En mi despacho estará la foto de @MashiRafael personaje histórico que cambió al país”. Siendo ese caso uno de tantos.
Es menester enfatizar que no hay prohibición para mantener la foto de Rafael Correa en los despachos de los funcionarios de gobierno, tampoco se ha emitido un decreto ejecutivo o ministerial sino una disposición que no ha dejado sin efecto el Decreto Ejecutivo No. 798 publicado en el Registro Oficial No. 485 de 6 de julio de 2011, donde establece que “… como política de imagen gubernamental para las entidades de la Administración Pública Central e Institucional de la Función Ejecutiva la unificación y estandarización del uso de la foto del señor Presidente de la República…”.
Siendo así, los funcionarios en su libre derecho, pueden tener en su despacho la foto de Rafael Correa, sin perjuicio de tener también la del nuevo mandatario, ya que en dicho decreto no hay prohibición establecida para no hacerlo, y si acaso la hubiera, no es constitucionalmente viable, ya que, de hecho, los funcionarios de Gobierno, más allá de la naturaleza de sus funciones, no han perdido sus derechos ciudadanos. En ese contexto, tienen plena libertad de decidir sin ser discriminados, como lo indica el Art. 10 de los Derechos Constitucionales, “Las personas, comunidades, pueblos, nacionalidades y colectivos son titulares y gozarán de los derechos garantizados en la Constitución y en los instrumentos internacionales. La naturaleza será sujeto de aquellos derechos que le reconozca la Constitución”, así también lo establece el numeral 2. “Todas las personas son iguales y gozaran de los mismos derechos, deberes y oportunidades. Nadie podrá ser discriminado por razones de etnia, lugar de nacimiento, edad, sexo, identidad de género, identidad cultural, estado civil, idioma, religión, IDEOLOGÍA, FILIACIÓN POLÍTICA…”, y finalmente, 4. “Ninguna norma jurídica podrá restringir el contenido de los derechos ni de las garantías constitucionales”; es decir, no hay decreto, ni disposición valida si atropella el libre derecho a decidir de un ciudadano.
Dicha determinación ha sido justificada con un supuesto rescate histórico, lo que implica que la foto del presidente deberá ser reemplazada por un personaje histórico emblemático, que, dicho sea de paso, serán las que el actual Gobierno disponga. Sustituyendo incluso la foto del nuevo mandatario Lenín Moreno; pero con tan enorme objetivo, seguro que el sacrificio ¡les vale la pena!
Todo este drama más parece un “Plan Borrador”, el que denota una desesperada velocidad por desaparecer la imagen de Rafael Correa, ¡hasta de las paredes!; por lo que disfrazar esta acción con un supuesto rescate histórico a modo de infantil placebo, solo nos deja claro que la careta de Pierrot habría sido más diplomática.
La cuestión es que como dicen los viejos abogados duchos en los recovecos de las leyes, “hecha la ley, hecha la trampa”, ni el decreto ejecutivo, ni la actual disposición establecen prohibición para seguir manteniendo la imagen de Rafael Correa, y la Constitución tampoco lo contempla. Más aún, si hablamos de personajes históricos emblemáticos; que más personaje que aquel que cambió la historia oscura de la Patria, quien nos dejó un legado inmensurable, quien luchó sin caballo y sin espada por cuestiones de época, quien batalló contra los más acérrimos enemigos de la Patria, contra los políticos de derecha más viles, contra los medios de comunicación más peligrosos, y quien al igual que muchos de los personajes heroicos de nuestra historia, como Bolívar y Alfaro, tuvo que vencer a la traición ¡de los que comieron de su mano!
Si de personajes históricos emblemáticos se trata, Ecuador parió uno más el 6 de abril de 1963 y tiene nombre, ¡Rafael Vicente Correa Delgado!
Si la intención es borrar su imagen hasta de las paredes, pretendiendo inicuos borrar la memoria de la Patria, tendrán que borrar sus obras, sus luchas, sus batallas ganadas y los frutos que hoy recogen de su siembra; pero, sobre todo, tendrán que arrancarnos el corazón a millones de Revolucionarios y ciudadanos agradecidos, ¡porque es ahí donde Rafael Correa se encuentra!

Hombres en peligro de extinción

Por Marisol Bowen 
Escritora y cantautora 

Según la más reciente estadística, el 49.6 % de habitantes del planeta somos mujeres, en tanto que el 50.4% son hombres; dejando con esto de lado el mito machista, que aseguraba que las mujeres éramos mayoría y cada hombre merecía 3 mujeres ¡como mínimo! Con esto ya pueden bajarse de esa nube señores.
Fotografía tomada de
http://ecoinventos.com/hombres-peligro-extincion/
Sin embargo, las mujeres seguimos como Bambi huyendo de los cazadores, de los depredadores rapaces y perfumados, quienes se han incrementado con el furor de las redes sociales, donde sin duda encontraron ¡el camuflaje perfecto!
Con la llegada de las redes sociales, se fueron los hombres de verdad y llegó un nuevo espécimen raro de la fauna masculina, los galanes de teclado, los “adonis” que le quitaron al Photoshop y al filtro, la exclusividad femenina. Los anónimos Romeos de barrio, los aprendices de intelectual con Wikipedia y los poetas remedos de Neruda con Google.
Esos caballeros del zodiaco, héroes de caricatura, que irrumpen nuestro espacio con mensajes internos como “mami”, “mamacita”, “cosa rica”, mujerón”, “mujer bella”, etc. Palabras básicas de cajón barato, que derriten a muchas y donde empiezan algunas historias de amor de internet.
No digo que sea una regla el fracaso, con este mecanismo, de hecho, hay amores que nacieron en las redes sociales; la pregunta es ¿cuántos?; de ahí que me resulte inevitable compáralos con la lotería, en el mejor de los casos. La cuestión es ¿qué tan fácil se la ponemos o nos ponemos como mujeres?; accedemos sin exigir mayor esfuerzo, nos abrimos como una flor muerta de sed ¡ante una lluvia de nada!, y nos damos a quien finalmente no conocemos. Somos defraudadas a voluntad y lo hacemos absurdamente contentas.
Esa es la razón por la que ya no nos envían flores a la casa u oficina; esa sorpresa perfumada de romance, se cambió por las fotos y los Gifs. Ya no nos escriben cartas de amor, ahora nos envían mensajes de texto, correos electrónicos y letras fofas por Messenger. Ya no nos invitan a un café, aquel flirteo aromático fue ocupado por fotitos en un mensaje mañanero. Ya no nos invitan a cenar a la luz de las velas, donde charlar marcaba la oportunidad de conocerse y reír hasta enamorarse, eso fue suplantado por el chat; y que decir de las serenatas a media noche, esas con guitarras o mariachis, las que nos sacaban de un brinco de la cama, nos provocaba taquicardia de emoción, nos hacían volar a perfumarnos para correr a toda velocidad 200 metros lisos - al mejor estilo del corredor mundial Usai Bolt - ¡para regalarle un beso!; se fueron, se esfumaron. Ahora nos dedican canciones con un link de YouTube.
Hasta el matrimonio, profundo compromiso espiritual y para siempre, fue criminalmente borrado del mapa de la conquista; ya no hay padre, misa, iglesia, vestido, fiesta, invitados ni luna de miel – ésta es opcional - desde que Facebook les regaló la opción de “casarse” con un Clic.
Las redes sociales suplantaron incluso al amigo cómplice del caballero, el recadero, el enganchador; para darle paso al anónimo macho pecho peludo que la consigue solo. Sin duda es más fácil, en un mundo virtual donde si algo le molesta, el galanteo no le funciona o para eliminar las pruebas del delito, solo necesita dos opciones que ya tiene como poder absoluto, “Eliminar conversación” y “Bloqueo”.
Es así que llega el nuevo galán a movernos el piso virtual del absurdo. Si analizamos el contexto de este romance moderno, todo gira en una espiral brutalmente conveniente, no para la mujer incauta, que ya no se deslumbra con la luz de la luna, porque hoy se encandila con la luz de la pantalla de su computadora y del celular; sino para ese “caballero” anónimo de dudosa procedencia, quien nos conquista, envía flores, cartas, café, cena, velas y serenatas, con solo pagar puntual ¡el internet de su casa!
Un ahorro significativo para cualquier galán de medio pelo, quien muchas veces tiene una familia y “un hogar feliz”, pero que en las redes sociales es un Gigoló en acción, un Playboy “ahorrativo” que sin gastar un solo centavo, consigue lo que se propone.
Sin embargo, aunque este artículo no es para nada feminista – lo juro por los hombres – es necesario enfatizar, que la culpa no es de la estaca, sino de la rana que se ensarta; en ese contexto, la culpa no es del todo de ellos, - me explico - si este mecanismo de romance burdo, no surtiera efecto, las redes sociales no nos fascinarían; porque indudablemente, aunque fueron creadas para “buscar amigos”, amigos es lo que menos encontramos. El efecto colateral de nuestra condición aun indefensa de mujer, a la que, dicho sea de paso, muchas le suman la estupidez; porque muchas sucumbimos a un espejismo masculino, a una foto sin corroborar y a una información de perfil en la que creemos, sin aplicar el más elemental análisis.
El amor tiene letras, pero no siempre son de teclado, el amor tiene forma, pero no siempre en fotos; con este mecanismo romántico virtual, que proponen las redes sociales, hay sin duda más billeteras masculinas llenas, ¡pero más mujeres vacías!
De cualquier manera, nuestra idiosincrasia no ha madurado ni ha vencido el patriarcado, el machismo sigue invicto ante todas las batallas feministas; somos asediadas, perseguidas, hostigadas y mal interpretadas; para muestra un botón, el hombre puede montar una foto sin camisa y le llueven los likes femeninos, pero si nosotras mostramos en una foto la espalda o las piernas, somos objeto de las más atroces palabras, las que van desde el piropo más vulgar, hasta la misma condena hipócrita y machista, ¡disfrazada de pudor!.
Pero esa es otra historia, esa no la hacemos nosotras sino la sociedad en la que existimos, porque vivir en ella como mujeres, no hemos podido todavía.
En este artículo no pretendo meter el dedo en la llaga, sino hurgar ¡hasta que sangre la herida!; así que lo lamento por las susceptibilidades heridas, pero no hay otra forma para analizar al hombre facilista de las redes sociales, el Romeo incomprendido que juega a todo y a nada, los que involucionaron y nos robaron, sin darnos cuenta, el preámbulo del amor más elemental.
Los que suplantaron a los verdaderos hombres, esos que, si batallan por ganarse un beso, los que hacen fuego del romance, los que ciertamente enamoran, los de verdad; los que le hacen honor al caballero al abrirnos la puerta del carro y al separarnos la silla de la mesa, los que nos invitan a cenar, a un café y nos envían flores que se pueden tocar; los que hacen una llamada para despertarnos en la mañana, los que nos envían un mensaje ciertamente halagador. Los que son fáciles de detectar por como escriben y por su inmediata respuesta, los que no necesitan de Google o Wikipedia, porque la vida ya les enseñó bastante. Esos que habitan aun en algún lugar cada vez más recóndito del mundo, los que no siempre están en las redes sociales, porque están en la vida real ¡buscando mujeres de verdad!

Esos que ya dejamos de necesitar, los que ya dejamos de extrañar, los que, por la desidia femenina y la mentira masculina, ¡hoy están en peligro de extinción!

jueves, 8 de junio de 2017

EL PODEROSO TWITTER DE RAFAEL CORREA

Por Marisol Bowen
Escritora y cantautora 

A falta de los recordados enlaces ciudadanos con los que el país recibía una cátedra gratuita de economía, historia, derechos, justicia y verdad cada sábado; Rafael Correa sigue desmontando mentiras e informándole a su pueblo a través de su cuenta de Twitter, la que tiene más de 3 millones de seguidores; casi la cuarta parte de los habitantes del país.
En esta red social, Jean Cano, periodista de la desaparecida revista opositora Vanguardia, haciendo referencia al artículo de Rafael Correa en diario El Telégrafo, escribió “Los medios de propaganda pasan síndrome de abstinencia… Ahí nuestros impuestos”. Es decir, Rafael Correa como ciudadano no tiene derecho de escribir un artículo en un medio público.
Comentario al que Rafael Correa respondió por el mismo medio “Me dice dónde le devuelvo los pocos impuestos que ha pagado”, y adjuntó las cifras que Jean Canon ha pagado de impuestos desde el 2003 hasta el 2016.
Para variar, "si el opositor lanza la piedra es libertad, pero si el revolucionario se la devuelve es agresión", ¡absurdos de la doble moral!
De ahí que hayan salido al típico pataleo como cucarachas con baygón, los bien identificados periodistas de oposición y de Fundamedios – que es lo mismo- y otros menjurjes vivientes, asegurando que "la privacidad está bajo amenaza" y con ese absurdo reportaron y pidieron reportar la cuenta de Twitter de Rafael Correa. Como siempre si no pelean en gavilla no son tan ellos.
Respecto a la publicación de Rafael Correa y a la terrible información proporcionada -por cierta será- que provocó el reporte descabellado de su cuenta en Twitter, es menester aclarar el panorama, ya que se ha pintado esta situación como “amenaza”, lo que implicaría ser “ilegal”. Pues no es así; ya que, gracias a las políticas de transparencia, instauradas en su Gobierno, la información del pago de impuestos de cada ciudadano, que se encuentra en la página web del SRI (Servicio de Rentas Internas), es de carácter público; acceder a esta información no viola derecho alguno. Salvo que la misma sea sesgada maliciosamente, lo que no ha ocurrido. Es decir, Rafael Correa ¡solo hizo público lo que ya es público!
¿Dónde está la amenaza?, que la verdad hiera la susceptibilidad de la doble moral, no es problema suyo.
Pedir, solicitar, exigir o denunciar para que Rafael Correa elimine su cuenta de Twitter y no se pronuncie, no opine, no escriba, no esto y no lo otro, es algo que pueden hacer, como tantas torpezas que se ven en las redes sociales; pero de ahí a ser escuchados, violentaría sus derechos constitucionales.
Al margen que haya sido un Presidente insustituible que cambió la historia de la Patria, ser el político más influyente con más poder comunicacional y con más seguidores en las redes sociales en todo el país; es un ciudadano con los mismos derechos que cualquier otro. Pretender amarrar sus dedos, callar su voz y engrillar su pensamiento, es simplemente inadmisible. Su libertad a expresarse está protegida al igual que la de todos -incluidos los instigadores - por una misma Constitución, la de la República del Ecuador; así como por el Artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948. Un cumplimiento que constituye obligación internacional, a lo que Twitter está sujeto, por ser un derecho consagrado mundialmente.
Antes que salga algún iluminado a decir que “Rafael Correa violó la libertad de expresión de los periodistas de oposición”, es necesario entender que la libertad de expresión no debe ser confundida con libertad de agresión, son dos cosas distintas, la una es un derecho y la otra es un abuso.
Un ejemplo de libertad de agresión, que si justificaría el silencio que la oposición pide, es lo que hemos visto por parte de esa misma oposición durante 10 años, me explico; la mayoría de medios de comunicación y los políticos de derecha han hecho uso de esa libertad a diestra y siniestra. En las últimas elecciones presidenciales dieron como ganador al perdedor, lo que provocó conflictos, desmanes, destrucción del bien público, heridos, etc. Ese es un claro ejemplo de la libertad de agresión, sin contar las innumerables ocasiones en las que se ha tildado de corruptos a funcionarios y personas sin pruebas, ni la sentencia ejecutoriada de un juez que así lo determine, como la ley lo indica. Algo con lo que Rafael Correa ha tenido que lidiar hasta la fecha.
Las Leyes establecidas en la constitución del 2008 y la Ley de Comunicación, proporcionaron un cambio histórico en las libertades justas como necesarias de los medios de comunicación, un camino marcado para la información correcta que no es otra cosa que la verdad publica, que no llegó con el retorno a la democracia en 1979, pero que al fin llegó con la Revolución Ciudadana para una patria que había sido dominada por las ¡puñaladas de tinta!
Leyes que fueron moldeando de alguna manera y a fuerza de juicios legales, muchas veces, a los medios de comunicación, quienes salieron en defensa no de la libertad de expresión, sino de sus propias "libertades"; para lo que en vano opusieron resistencia a una ley que coartaba el abuso más no la libertad de expresión como tal, y que los llevó a tildar al Presidente de “intolerante”, cuando es humano tolerar la verdad porque es verdad aunque hiera, pero jamás la mentira como mentira aunque no mate. Algo que no aprendieron los más avezados sicarios de tinta, ni con el perdón que Rafael Correa les regaló.
Ahora esos mismos, a modo de venganza - algo así como un mal vecino enojado por sus justos reclamos, espera que usted salga de casa para envenenar a su perro - hoy pretenden soslayar los derechos de Rafael Correa a expresar su pensamiento en un espacio en el que no pueden competir con el recordado mandatario, las redes sociales.
Muy seguramente, un gobierno que ha dado inicio con un particular “manos extendidas”, sea mal entendido, y se haga posible que esta solicitud de callar a Rafael Correa se salga de las redes sociales y, aunque suene inverosímil, se presente como solicitud formal, escrita y descarada; me adelanto para indicar que viabilizar, analizar o aceptar siquiera tamaña y atrevida solicitud, violentaría los derechos de Rafael Correa y por ende la Carta Magna y su Artículo 66 “Se reconoce y garantizará a las personas, el derecho a opinar y expresar su pensamiento libremente y en todas sus formas y manifestaciones”, ¡eso sí que sería un delito!
¿Se viola la ley si se dice la verdad?, ¡no!, se viola la verdad sino se respeta la ley. No hay un solo atisbo de mentira en las palabras de Rafael Correa, solo el malestar que ellas provocan en los farsantes. Verdades que desmontan mentiras y desarticulan la desinformación; que le hacen frente, por ejemplo, a la falsa “crisis”, con la que se llenan las playas en feriado y se llenan los centros comerciales los domingos, pero que los opositores han repetido más de las 100 veces necesarias para creerla cierta. Aquí una publicación de Rafael Correa, como ejemplo de las razones por las que callar la verdad es tan importante para sostener las mentiras.
“… Les duele reconocer que, en un tiempo récord, sin moneda nacional, sin paquetazos, con terremoto y 3.500 réplicas incluidas, logramos superar una severa recesión que afecto a toda América latina. Pero para los politiqueros debemos ser lo peor y estar en “crisis”, “exigen” que se torturen los números para que las cifras confiesen lo que quieren escuchar. Eso se llama deshonestidad intelectual, pero “lo mismo da un burro que un gran profesor” ¿Qué no se ha resuelto todo?, ¡por supuesto!, pero con la tercera parte de lo que nos pasó en los últimos dos años, los mismos de siempre quebraron al país en 1999.
¿Alguien de mi generación recuerda un cambio de gobierno sin un paquetazo? ¡Esa es la Revolución!”
Aún seguimos esperando la respuesta.
¿A qué le temen?, ¿a verdades como esa?, ¿a la verdad en su brutal esencia?, porque ella desnuda y sin armas destruye a cuanta mentira la hiere, la que es más justa, más cierta y peligrosa si la pronuncia una boca ¡que aun sacude las masas!
El terror, el pánico y el espanto se evidencian, se sienten, ¡se respiran! Habitan el aire de los pasillos de los medios mercantilistas y en la almohada donde en vano busca descanso, la conciencia turbia de los políticos opositores, de los atrasa pueblos, ¡de los derrotados!; miedo ante un hombre que no pudieron vencer, ante la palabra de quien esperaron desaparezca, de quien no imaginaron aún más fuerte, ¡de quien podría volver!

Por eso callar el grito de la verdad imploran, por eso atropellar sus derechos piden, porque abrimos los ojos, porque pasaron los 100 oscuros años de Neruda y el pueblo despertó, porque ya no les creemos, porque ya no los necesitamos, ¡sí!, ¡ni para madurar aguacates!

miércoles, 7 de junio de 2017

La profesión más extraña del mundo

Por Marisol Bowen
Escritora y cantautora 

Existe una profesión a la que no todos tienen acceso, porque no hace falta estudiar para alcanzarla, ni ser el mejor para triunfar; esa profesión no se aprende, solo se perfecciona, porque con esta profesión ¡se nace!

Esa profesión casi nunca deja herencias materiales, porque casi siempre se muere con ella como se empezó, ¡con nada! Pero a cambio deja la herencia más sublime, la que no tiene precio, por la que no se pelea nadie, la que no se hurta, ¡la que queda en la sangre!

Fotografía tomada de canal de youtube: LCMDDM
Con esa profesión no hay seguro social, no hay prestaciones, garantías, beneficios, ni la simple canasta en navidad; pero con esa profesión se lleva el pan a la mesa cada día.

Esa profesión no tiene horario de trabajo, no hay fines de semanas libres, el fin de año, la navidad, el cumpleaños de los hijos y el día de la madre se trabaja, no hay feriados y cualquier día de la semana es sábado. La empresa de esa profesión tiene puerta de entrada, pero no de salida, ¡ni de emergencia!

En esa profesión el jefe es la batalla, la energía, la fuerza, la resistencia, la entrega, el sacrificio, la disciplina y la fe. En esa profesión el jefe es el mismo ser humano que se refleja cada día en el espejo.

En esa profesión el peor enemigo es solamente otro con la misma profesión, cuando aún no ha entendido el valor que posee.

Esa profesión es la menos valorada, es agredida, es humillada, es devaluada, es denigrada, es robada, es subestimada y es burlada. Sin embargo, quienes la poseen la llevan con orgullo ¡como a la Bandera!

Esa profesión no tiene banderas políticas; sin embargo, es estigmatizada y a pesar de su libertad, no es libre.

Con esa profesión un día se come carne y al otro día solo pan, pero se come contento.
Con esa profesión no se tiene investiduras, ni cargos rimbombantes, pero quien la posee ¡representa a su Patria!

En esa profesión no hay certificado médico que justifique el cuerpo enfermo o el alma triste, en ella se cumple la palabra como un contrato y se ríe, aunque se quiera llorar.

En esa profesión se paga la factura de la soledad, porque para muchos que la miran es una profesión que no valió la pena.

En esa profesión incomprendida, se muere un día sin haber guardado nada, porque no hubo nada que guardar, se muere con dos o tres amigos cantando en un rincón acompañando el ataúd.

En esa profesión se muere tantas veces sin una flor siquiera, sin una lagrima sincera, sin nadie que regrese mañana a recoger alguna flor marchita pateada por el viento. Pero el nombre de quien la tuvo, señores, ¡se escribió en la historia para siempre!

Esa profesión es... ¡Artista!

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