Por Davide Matrone
Hace 40 años, Paulo
Freire visitó el Ecuador gracias a una invitación del entonces Vicepresidente
de la República, el doctor Oswaldo Hurtado.

Paulo Freire, en sus 5 días de permanencia en el
país realizó una serie de encuentros con académicos y educadores, para
asesorarlos y comprender de cerca cuales eran los proyectos educativos bilingües
en marcha y las fases de la campaña de alfabetización implementada por el
Gobierno.
En su visita al Departamento de Lingüística de
la Pontificia Universidad Católica del Ecuador y en presencia de la Profesora
Yépez, Freire tuvo la oportunidad de constatar los avances que se habían
registrado hasta al momento en el campo de la investigación, de la rigurosidad
científica, del trabajo de investigación lingüística, de las diversas ramas del
quichua y de la capacitación de cuadros en el país. Sin embargo, la relación
entre el pensador de Recife y Ecuador no se materializó exclusivamente con su
visita en el año 1979. El pensamiento de Paulo Freire aterriza
en Ecuador mucho tiempo antes de su visita física y llegaría a introducirse
mediante el proceso de implementación de las Escuelas Radiofónicas Populares
del Ecuador (ERPE), fundadas por Monseñor Leonidas Proaño. A
partir de la década de los 60as, los postulados teóricos de Freire llegaron así
a aterrizar en el trabajo cotidiano y la acción pastoral del Obispo de Riobamba
Proaño, que los experimenta durante la implementación de la campaña de
alfabetización del año 1962 y una década después, en la transmisión radial “Hoy
y mañana”, perteneciente a ERPE.
Mediante su trabajo, Paulo Freire se encontraba
implementando una propuesta educativa y pedagógica alternativa al paradigma
funcionalista predominante en todo el continente americano, especialmente
durante las décadas de los 50as y 60as. Su trabajo llegaría a tener un valor
inmenso en el proceso constitutivo de una conciencia crítica en los sectores
populares del continente.
Desde el año 1962 en adelante, empezaría su
experiencia de alfabetización, logrando demostrar la alfabetización de una
pequeña comunidad de iletrados en apenas unas pocas semanas, con buenos resultados. Su experiencia llegó a registrar un nivel
de aceptación general por parte de la población, el cual pronto se extendería
por todo el Brasil y llegaría a traspasar fronteras. Las experiencias de
alfabetización se fueron extendiendo poco a poco a una gran parte de América
Latina. Estas incluirían programas con pueblos indígenas trilingües en
Guatemala, en cooperativas campesinas en Ecuador, en el Altiplano peruano y
boliviano, en México y Chile, además de los barrios de Buenos Aires y Caracas.
El
punto de partida de Paulo Freire reside en la crítica al tipo de educación
hegemónica que contribuye a mantener la sumisión y la alienación de los
sectores oprimidos. En este sentido la educación emancipadora, que se encuentra
en el centro de la propuesta freiriana, parte de una concepción política y
revolucionaria del acto educativo: “En verdad no sería posible llevar a cabo
la educación problematizadora, que rompe con los esquemas verticales
característicos de la educación bancaria, ni realizarse como práctica de la
libertad sin superar la contradicción entre el educador y los educandos.”
Volviendo
al Ecuador, el pensamiento del pedagogo brasilero pasaría a convertirse en una
herramienta de lectura y análisis de la realidad en el trabajo cotidiano del
padre Proaño, que le daría una nueva lectura y formularía soluciones a
problemas en las comunidades indígenas del Chimborazo, complementando su
metodología de trabajo de inspiración jocista (ver – juzgar -
actuar). Proaño declararía en sus escritos: “a partir de los años 60as, cuando
conocimos y estudiamos el pensamiento de Paulo Freire, dimos un viraje muy
fuerte a la Planificación Pastoral en la Diócesis de Riobamba y al proyecto de
alfabetización para los campesinos de la Provincia de Chimborazo”.
Finalmente,
cabe resaltar que la pedagogía crítica
de Freire, aplicada en las primeras campañas de alfabetización en el Ecuador,
dio resultados increíbles. En los primeros 5 años (1962 – 67) se
registraría un incremento de escuelas de alfabetización de 27 a 327, además de
un aumento significativo de estudiantes, que pasarían de 540 a 2280; es decir,
un incremento de 1740 personas. En definitiva, en los primeros años de la
campaña, se alfabetizarían casi 10.000 campesinos de todas las Provincias de
Chimborazo, que aumentarían a casi 15 mil el número total de alfabetizados
hasta el año 1970.[1]
[1] Estos datos fueron recopilados durante mí investigación sobre Las
Escuelas Radiofónicas Populares del Ecuador (ERPE) realizada desde el año 2015
hasta al año 2017.
Referencias:
Freire, Paulo. 1976. La educación como práctica
de libertad, México: Siglo XXI Editores.
Proaño, Leónidas. 2011. Nos educamos los unos a
los otros. Riobamba: Fondo Documental Diocesano.
Silva, Alberto. 1976. “Paulo Freire: una
educación para liberar”. Revista de Educación (enero – febrero).