Por Jonathan Achig

Ahora bien, desde el punto de vista de la programación basura en los medios de comunicación masivos, se evidencian patrones patriarcales y machistas, estereotipos y regionalismos, que en síntesis se concretan en las prácticas y valores que fortalecen a los intereses del sistema capitalista de mercado, donde el rainting es la mayor muestra del funcionamiento de las leyes de la oferta y la demanda.
En Ecuador, por ejemplo, en los últimos meses la programación basura se ha convertido en el centro de atención en la opinión pública; con el aparecimiento de personajes controversiales, como es el caso de la Mafia Chumi, escándalos a nivel religioso, etc. Que evidenció, con mayor claridad, los objetivos que buscan este tipo de programas que tiene un aporte nulo para la cultura comunicacional del país.
Se debe destacar, que a partir de dichos escándalos ocasionados por los generadores de opinión, se empezó a cuestionar la existencia de los mismos por la población, debido a que generalmente se han criticado a los medios de comunicación únicamente desde la academia. A propósito de ello, en Perú el 27 de febrero del 2015, se organizaron un grupo de jóvenes y activistas civiles para convocar a través de facebook, a una marcha en contra la programación basura. Por otra parte, en Ecuador (Guayaquil), el 24 de septiembre de este mismo año, también se realizó una marcha con el objetivo de pedir al Consejo de Regulación y Desarrollo de la Información y Comunicación (Cordicom) que actúe para que en el país se legitime una programación productiva.