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sábado, 6 de octubre de 2018

¡Un año de oscuridad!


Por Marisol Bowen
Hace ya un año un hombre justo era perseguido de manera infame por haber cometido el único “delito” que le ha sido comprobado hasta la fecha, ¡haber denunciado al presidente!
Hace ya un año a ese hombre, ese mismo presidente le arrebató las delegaciones con las que cambió la Matriz productiva del país y levantó a las provincias afectadas por el terremoto del 2016, negándole continuar el proceso de reconstrucción de Manabí y quedando esta provincia a la deriva en nombre de la venganza.

Hace ya un año que ese hombre había decidido no darse por vencido, sin seguridad y a bordo de su camioneta, recorrió el país llevando la verdad como bandera, esa verdad que era coartada por los medios de comunicación tarifados, la que portaba en su garganta, la que cargaba en sus manos. Esta fue la razón voraz de lo que vendría después, porque ese hombre poco a poco fue levantando al pueblo y fue seguido por multitudes, entonces ya dejaba de ser un Vicepresidente perseguido por no comulgar con la deslealtad y la traición, se convertía entonces en una extraordinaria amenaza, ¡podría ser presidente!
Desde entonces, la patria no imaginaba que empezaba a vivir ¡un año de oscuridad! Que ese hombre decidió enfrentar a la justicia, un 2 de octubre de 2017, sin imaginar que la justicia tocaría fondo, que sería amordazada, vejada, mancillada y violada, ¡que le arrancarían los ojos!
Desde entonces todos los preceptos legales, sus derechos constitucionales y la lógica misma, fueron conculcados. Fue apresado sin necesidad ni sustento legal que sostuviera tal acción, para luego ser condenado sin pruebas y con un Código penal derogado a seis años de prisión, bajo una inventada “Asociación ilícita” porque eso hizo la justicia manejada por los hilos de la infamia, tuvieron que asociarlo a cualquier cosa a falta de evidencias. Todo en mitad del descaro más inverosímil e ilegal de la historia, un 14 de diciembre de 2017, mientras su pueblo se amotinaba entre gritos de justicia, lágrimas de impotencia y se enfrentaba a la brutal represión policial a las afueras del recinto donde la justicia yacía secuestrada, la Corte Nacional de Justicia.
Desde entonces, con ignominioso pulso, con abyecto descaro y el execrable accionar de los hombres ciegos por la avaricia y el poder -para colmo ajenos- los jueces le negaron una a una las instancias de justicia y los recursos legales a los que recurre un hombre cuando se sabe honesto, no era posible, alguien necesitaba la Vicepresidencia y la tendría a cualquier precio. Es así que los esbirros del diablo, muchos de ellos hoy mal pagados por el diablo a quien sirvieron, olvidaron las normas jurídicas, la ética profesional, la independencia de funciones, ¡la decencia! Y fue así, por el precio de un hombre encarcelado y otro luchando en la distancia, que Ecuador tuvo el primer preso político del gobierno morenista, y el Estado de derecho ¡pasó a la historia!
Encarcelado y enarbolado como una bandera contra la corrupción, una bandera de carne y hueso, de sangre justa y corazón de acero; magreada a conveniencia por los ruines, los Caínes, los Judas, los Herodes. Todo bajo el ojo pendenciero de un traidor ¡que no merece el honor de ser llamado hombre!
Hoy, que ya ha transcurrido un año de oscuridad, la puerta de la cárcel 4 se convirtió en la testigo silenciosa de sus centinelas, sus guardianes, ¡de su pueblo! Los que empuñan la Bandera de la Patria porque lleva escrito el nombre de los hombres justos, de los invencibles, ¡porque lleva su nombre!
Hoy, que ya ha transcurrido un año de oscuridad, no han logrado encarcelar su lucha ni doblar su frente, no han conseguido amilanar su alma. Dios mismo en su piedad lo mira, como miró a su hijo sacrificar su vida, porque no hay sobre la faz de la tierra valor más grande, ¡que el sacrificio de un hombre por liberar su pueblo! Porque hace falta eso, bien lo sabe la historia, romperse las manos para abrir la tierra, caminar sangrando para hacer caminos; para sublevar el alma de los oprimidos, porque el verdadero líder es el que creen caído, el que pone el cuerpo para aguantar el golpe, el que pone el pecho al primer estallido, de los fusiles crueles de las injusticias, ¡de la bala efímera de los enemigos!
Si es así, que valga la lucha perpetua, los brazos alzados, el miedo vencido, para seguir al hombre que no se ha rendido. Al que resiste firme como los soldados que aman a la patria como los buenos hijos; para levantar la fuerza, para contrariar al río, para enmendar con furia el error cometido. Si es así que valgan todos los sacrificios, ¡para tener de ejemplo un ejemplo vivo! ¡Y se levante el hombre para liberar al hombre que ya dio bastante! Para despertar al pueblo, para salvar la Patria, ¡esa Patria madre que aún no hemos perdido!
Esta pluma mía jamás tendrá miedo de escupir con tinta en la cara misma del mayor infame, el que mantiene preso al que le dio batalla, el que oprime al pueblo, el que persigue al justo ¡porque así pelean los que son canallas!
Por el llanto inocente de sus hijos, por el beso guardado de su esposa, por la lagrima infinita de su madre y sus manos temblorosas que en oración piden, ¡que Dios lo perdone!
Por ellos, por el pueblo, por la patria, por el Jorge aquel, nuestro Vicepresidente, nuestro compañero, ¡por el Jorge aquel que sigue siendo nuestro! No desmayaremos hasta verlo libre, y si acaso la muerte sea nuestro precio, gritará Allí Primera desde el firmamento: ¡Los que mueren por la vida, no pueden llamarse muertos!

miércoles, 4 de julio de 2018

¡La gota que derramó al pueblo!

Por Marisol Bowen

La orden de prisión preventiva emitida contra Rafael Correa y la solicitud de notificar a la INTERPOL para la difusión de alerta roja, -haciendo uso del máximo grado de alerta internacional en una demostración voraz de hambre atrasada-, ha dejado al descubierto de lo que es capaz la miseria humana bajo el control de la justicia hoy dominada por los partidos políticos enemigos de la revolución como el Social Cristiano.
El expresidente radica en Bélgica con su familia, no es prófugo de la justicia porque no ha sido sentenciado por delito alguno, nada hay que justifique tal superlativa persecución internacional que no sea la venganza. No obstante, las barbaridades jurídicas ejecutadas en Ecuador nos ha llevado a un ridículo internacional sin precedentes, y como lo escribiera Domingo Faustino: “¡Del ridículo no se vuelve!”
Esta acción legal injusta y bochornosa contra el expresidente del Ecuador, que ha roto el estado de derecho y ha convertido al país en un estado sin garantías, debería ser el detonante para sacudir la conciencia de Latinoamérica contra la judicialización de la política en la región.
Al igual que otros líderes como Lula da Silva, Dilma Rousseff, Cristina Kirchner y Jorge Glas, Rafael Correa fue vinculado sin desafuero a un proceso penal sin pruebas en su contra y con claros vicios de nulidad. Para concebir el entramado contaron con un fiscal acusador puesto a dedo por el también puesto a dedo Consejo de Participación Ciudadana, con una jueza que se allanó al desacato de la Asamblea y actuó sin competencias, quien desconociendo las leyes y tratados internacionales realizó el cambio de la medida cautelar por la prisión preventiva, violando a su vez el Art. 575 del Código Orgánico Integral Penal (COIP) que la obligaba a notificar a las partes con al menos 72 horas de anticipación para celebrar la audiencia, lo que no hizo. Todo en medio de violaciones claras al debido proceso, a las garantías procesales y en medio de las más aberrantes violaciones a la Constitución. Dejando claro, con estos vergonzosos antecedentes, que el sistema de justicia ecuatoriano no obra por justicia sino por calculado propósito.
Como lo escribí anteriormente, no importa cuánta razón tenga la razón, en el Ecuador de hoy ¡la ilegalidad campea! De ahí que la medida cautelar impuesta haya sido inverosímil, descabellada y atentatoria, con el único objetivo de generar la prisión preventiva. No obstante, Correa, en uso de sus derechos como ciudadano ecuatoriano residente en el exterior y amparado en la Convención Interamericana de Derechos Humanos, la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares, la Jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, la Constitución de la República del Ecuador y las leyes vigentes; cumplió con la medida y se presentó en el Consulado de Ecuador en Bruselas - Bélgica. Sin embargo, en la catáfora de lo inaudito, con Correa aquí o allá, el resultado apuntaba a ser el mismo. El cambio de las medidas cautelares no son consecuencia legal sino el siguiente paso de un entramado infame donde se utiliza a la justicia como medio para justificar el fin. El lawfare aplicado en toda su maliciosa magnitud, donde muchos enemigos se han sumado al aparataje gubernamental contra un solo hombre al que han pretendido humillar sin éxito. Seguramente eso fue lo que les hizo falta de un gobernante al que difamaron y atacaron hasta el cansancio. No cabe duda, ¡el peor enemigo es el que quedó herido!
Aunque las cartas están echadas y la historia más temprano que tarde hará lo suyo, el despotismo que Moreno resucitó en el Ecuador le está pasando factura. Agoniza políticamente ante un pueblo que a golpes de traición despertó en revolución y se levanta en resistencia. La injusticia que hoy vemos cometida es la acción abyecta de un gobernante que exhala sus últimos hálitos de odio. La agonía misma de la incapacidad de quien se sabe muriendo y prefiere hacerlo con venganza.
A diferencia de los grandes hombres que mueren solos si se ven vencidos, ¡los infames arrastran a los justos a su tumba!
La patria desmembrada, la justicia secuestrada, los derechos ciudadanos mancillados y la verdad prostituida encendieron la llama de la ira popular que amenaza con llevar la sangre al río, pero sin duda alguna, la infamia cometida contra el líder de la Revolución Ciudadana ¡fue la gota que derramó al pueblo!

sábado, 30 de junio de 2018

¡PRESO O MUERTO!

Por Marisol Bowen 

Rafael Correa no es solamente el líder emblemático de un cambio de historia, el político ecuatoriano más influyente de las últimas décadas, el enemigo invicto de la partidocracia y la esperanza misma del pueblo en resistencia. Es parte de los líderes latinoamericanos víctimas de la judicialización de la política bajo el guion del Lawfare, es el talón de Aquiles de las más perversas intenciones ¡de un gobernante sin entrañas!
De ahí debemos partir para entender que es irrelevante cuánta razón tenga la razón, en el Ecuador de hoy, ¡la ilegalidad campea!
Han intentado culpar a Correa de cuanto delito se les ha ocurrido, logrando vincularlo ilegalmente en un juicio penal sin pies ni cabeza. Una acusación particular que luego fue convenientemente direccionada a Correa por el supuesto secuestro que no fue secuestro de Fernando Balda, entonces prófugo de la justicia. Sin una sola prueba que vincule a Correa al caso, con cheques que no fueron emitidos por la Presidencia de la República sino por la policía, con los testimonios de quienes tampoco tienen pruebas de lo que dicen, con un “testigo”, Chicaiza, que fue sacado de la cárcel y llevado sospechosamente a la Fiscalía, sin notificar a las partes, y con la “prueba” de una supuesta llamada de Correa que Chicaiza no puede probar porque el chip ¡terminó en la basura!
Para hacer posible el entramado más burdo de la historia, tuvieron una Asamblea que se lavó las manos por no contar con los votos que habría querido, una Jueza que vincula a Correa en lugar de actuar apegada a derecho e insistir a la Asamblea que resuelva como la Constitución indica, con un fiscal acusador puesto a dedo por un también puesto a dedo Consejo de Participación Ciudadana, imponiéndole a Correa, como medida cautelar, presentarse cada 15 días pero no en su país de residencia (Bélgica) sino en Ecuador, lo que humanamente es imposible pero infamemente necesario porque al no poder cumplir con la medida cautelar, automáticamente le dictarán orden de prisión.
Más allá de la ilegalidad que, de darse, internacionalmente rayaría en el ridículo, podemos suponer que una vez preso y sin seguridad, con ayuda de los vientos del norte, lo más vil podría ser posible. Esto considerando también que posiblemente la traición de Moreno es más vieja que la que se coció en Ginebra. Solo necesitamos remontarnos al 30S, el fallido golpe de estado, donde un grupo de policías “mal informados” secuestró e intentó asesinar a Correa. Entonces Moreno era vicepresidente. Si el plan se consumaba, ¿quién asumía la presidencia?
Al respecto, el 6 de octubre de 2010, Moreno indicó en una entrevista a Diario El Clarín de Argentina, que en la revuelta del 30S le llamaron a preguntar si iba a asumir el cargo de presidente y admitió que recibió propuestas para derrocar a Rafael Correa, mientras éste permaneció once horas recluido en el Hospital de la Policía, pero no directas de los sectores que estaban sublevados, sino más bien las de la típica persona que no está de acuerdo con el presidente de la República. La cuestión es que esas personas, las que no estaban de acuerdo con Correa, son los nuevos aliados de Moreno.
Correa sigue siendo un peligro inminente para los bendecidos por la traición, neutralizarlo o asesinarlo hoy les resulta más fácil, solo necesitan una cosa ¡meterlo preso!
¿Pero qué hay detrás de la persecución a Rafael Correa?
Para ejecutar la destrucción económica del país, el gobierno y sus aliados -entre políticos nefastos y los medios de comunicación- usaron la supuesta lucha contra la corrupción como distractor político. Con el pueblo engañado, se hicieron de lo primero que necesitaban, la Vicepresidencia. Es así que convirtieron al vicepresidente Jorge Glas en un preso político, en tanto Moreno repartía la patria bajo el discurso del “dialogo”, lo que no era otra cosa que el pacto y el entreguismo en todo su esplendor. No obstante, la estocada final es la destrucción económica del país. Es aquí donde van por la cabeza de Correa buscando matar dos pájaros de un tiro: destruir al enemigo de los políticos que hoy gobiernan junto a Moreno y neutralizarlo con un juicio penal ilegal mientras -en dicha persecución- distraen una vez más al pueblo, lo engañan y ejecutan las políticas económicas suicidas.
Moreno -como estrategia- se negó a reconocer que Correa dejó un país económicamente estable y en crecimiento, que no hubo sobreendeudamiento y que la mesa ¡quedó servida! En ese contexto, resulta inaudito que luego de un año de gobierno de Moreno, aun pretendan culpar a Correa de la debacle a la que nos conduce el entreguismo de un gobierno falaz, pero es la estrategia distractora necesaria para implementar medidas criminales como condonar deudas fiscales millonarias a los empresarios y la banca privada a la que ya le había entregado el manejo absoluto del dinero electrónico. Sin embargo, el cuchillo se afiló con la eliminación de las Salvaguardas comerciales, implementadas en el gobierno de Correa para garantizar el Stock de dólares en la economía ecuatoriana, luego de la abrupta caída del precio del petróleo y exportaciones acaecida en el 2015 y 2016. Al eliminar las Salvaguardas, tal como mandaron y ordenaron las Cámaras empresariales, se consumó una puñalada trapera a la economía del país, permitiendo la libre y masiva importación de bienes y servicios en el último trimestre del 2017. El resultado: la dramática caída de la reserva internacional del país que Correa dejó, de 5.000 millones de dólares a menos de 2.500 millones a diciembre de 2017.
Para solventar el vacío económico provocado en el gobierno de Moreno, Ecuador precisó un endeudamiento de 3.000 millones de dólares en enero de 2018. En resumidas cuentas, un precio del petróleo al alza, durante todo el mandato de Lenín Moreno, es lo que realmente sostiene la economía nacional. El mismo fue presupuestado en 41,92 dólares por barril para el presente año y al 25 de junio su precio es de 68,27 dólares por barril. Algo así como salvados por la campana, pero no por mucho tiempo.
La consecuencia del mal manejo económico, -donde no hay error de buena fe sino calculada mala intención- es que Moreno haya endeudado al país con cerca de 10.000 millones de dólares en un año, que el Banco Mundial pronostique para el país un crecimiento paupérrimo y desastroso del 2.2 % para el año 2018 y que debamos recurrir al Fondo Monetario Internacional (FMI) para continuar con el agresivo endeudamiento, lo que no es otra cosa que ponernos la soga al cuello. De continuar así, y en caso de un shock petrolero, estaría en riesgo inminente la dolarización y sin una Constitución que nos proteja, -porque la han violado a diestra y siniestra- caminamos a otra debacle como la que ya vivimos en 1999. Señores, estamos en la antesala de repetir la crisis económica ¡que “justificó” el Feriado Bancario!
¿Qué pasará cuando esto ocurra?
El país volverá a la desgracia, el pueblo repetirá el éxodo masivo más triste de la historia y, para entonces, Moreno podría estar ¡contando cachos en Harvard!
Razones de sobra para usar todo tipo de artificios e ilegalidades con el propósito infame de encerrar a quien sigue en la batalla, quien propone liderar una Asamblea Constituyente para librarnos del error cometido y rescatar ¡lo que nos dejaron de patria!
Razones de sobra para que quieran a Rafael Correa ¡preso o muerto!
La historia solo cambia cuando dejamos de preguntarnos dónde están los enemigos y empezamos a mostrarles ¡dónde está el pueblo!

jueves, 14 de junio de 2018

¡NO SE METAN CON CORREA!

Por Marisol Bowen

Toda la inconcebible persecución contra Rafael Correa se ha incrementado por el peligro inminente que representa, junto al nuevo movimiento político que busca recuperar la patria. Razones de sobra para disparar por todos los flancos con el vil objetivo de evitar una Asamblea Constituyente que, con la más feroz justicia popular, se avecina para liberarnos del error cometido en democracia.

Entre la consigna maquiavélica de la venganza y la destrucción de lo inalcanzable, desde el gobierno de Moreno se pisan cabezas sin reparo, se miente, se inmiscuye, se enloda, se mancha, se sentencia, se juzga sin pruebas, se inventa, se acusa, ¡se abusa de la indecencia!

El entramado de la injusticia sin parangones en la historia de la patria, ejecutado inmisericorde y descarado por el actual régimen, ha pretendido vincular al Expresidente Rafael Correa en cuanto delito han concebido sus mamotréticas cabezas. Desde actos de corrupción que han quedado sin piso, hasta la descabellada acusación sin pruebas del “secuestro” sin secuestro de Fernando Balda. Un individuo que jamás fue secuestrado. Sin embargo, con un manotazo insolente como absurdo, la Fiscalía pretende vincular penalmente a este caso al Expresidente Rafael Correa, mancillando la lógica del cometimiento como principio jurídico, hasta la barbarie de pretender castigar un delito no nacido.

Persecución por donde lo miren, sin embargo ¡aún les cuesta llamar a las cosas por su nombre!

Para analizar mejor el abominable escenario en el que se fragua la infame patraña, es necesario entender que Fernando Balda, ex asambleísta alterno de Sociedad Patriótica, con un prontuario vergonzoso cargado de múltiples acusaciones, denuncias y juicios, -que hablan de quien realmente es-, hizo acusaciones que no pudo probar contra el gobierno de Rafael Correa, por lo que fue procesado y sentenciado por el delito de atentado contra la seguridad interna del estado, de acuerdo al artículo 148 del Código Penal. En la fecha del supuesto secuestro, agosto de 2012, Balda se encontraba en Colombia, indocumentado y en calidad de prófugo de la justicia, es aquí donde “supuestamente” intentan secuestrarlo, -porque finalmente jamás lo secuestraron-, no obstante, dos meses después, en octubre del mismo año, Balda es deportado por el gobierno de Colombia y entregado las autoridades ecuatorianas para que cumpla su sentencia.

Bajo el poder de la lógica, no resiste el más mínimo análisis entender a quien le convenía el drama de un secuestro, de ser el caso y en cualquiera de los casos, Balda tenía razones de sobra para buscar victimizarse y pasar de ser un prófugo de la justicia, -que era lo que realmente era-, a ser un "perseguido político". En todo caso, la acusación es directa para el Expresidente Rafael Correa, a quien pretenden judicializar por un tema totalmente desapegado a sus entonces funciones como primer mandatario.

Es necesario acotar que si Balda consigue el objetivo contra Correa, el siguiente paso es un juicio al estado ecuatoriano con el que no solamente destruye a un líder revolucionario, con la infamia del contubernio, sino que sale millonario con la indemnización. Dos pájaros de un tiro que bien podría llamarse "acuerdo".

Es así que Balda presenta una denuncia sin pies ni cabeza contra Rafael Correa -por el supuesto secuestro que no fue- la Fiscalía pide que Correa sea involucrado en el proceso penal, la jueza de Garantías Penales, Daniela Camacho, pide a la Asamblea Nacional la autorización para el “enjuiciamiento penal” del exmandatario y la Asamblea emitió un comunicado señalando que Rafael Correa ya no ejerce funciones como presidente desde mayo del 2017 y “no aplica” autorizar o no el enjuiciamiento penal, quedando a la espera del pedido de la Corte Nacional de Justicia. Mecanismos "legales" con lo que pretenden llevar a Correa al terreno de un crimen de estado.

Pero si de crímenes de estado hablamos, Jorge Glas, un Vicepresidente preso sin pruebas en nombre de la más inmunda y visceral política oportunista, los soldados caídos en una guerra ajena por la negligencia de un gobernante incapaz, los tres ciudadanos secuestrados y asesinados en esa misma guerra, mientras el sufrimiento de sus familiares y la zozobra ciudadana les servía de marketing político con la complicidad de los medios de comunicación y la historia oculta de los esposos Oscar y Katty, secuestrados y silenciados más que por sus captores, por los medios alcahuetes del actual régimen por no servir de publicidad, de cuyas vidas se desconoce absolutamente todo. Asesinados, secuestrados y desaparecidos, al mismo estilo criminal del Febrescorderismo, eso señores, ¡esos son verdaderos crímenes de estado!

En medio de lo que sí puede ser catalogado como crímenes de estado e imputados incluso como tal, existen otros crímenes cometidos por un presidente que le ha entregado la patria a pedazos a los poderes fácticos, a los políticos corruptos, a los cadáveres insepultos de las páginas negras de la historia. Un presidente que ha faltado a su plan de gobierno haciendo uso -en su lugar- de la más burda demagogia, que buscó, con una consulta popular inconstitucional, la más vil forma de conseguir destruir el Consejo de Participación Ciudadana, imponiéndonos a dedo un político nefasto, casi jurásico y desaforado. Un presidente que permitió la aberrante destrucción del Consejo de la Judicatura, persiguiendo a su presidente, Gustavo Jalkh, y poniendo en gravísimo riesgo a la justicia; un presidente que tiene ilegalmente en funciones al Contralor General del Estado, el aberrante símil de sus acciones; un presidente que nos ha graduado en la vergüenza ajena, que por meter sus narices en los asuntos internos de un país hermano como Venezuela es llamado "ignorante" por dicho soberano Gobierno. Un presidente con un ministro de Economía que cede a las pretensiones de un gobierno falaz que apunta a convertirse en el próximo tristemente célebre "súper ministro" Guillermo Lasso, llevando al país a iguales peligrosas consecuencias. Eso que rompe el estado de derecho y vulnera a la patria misma. Eso, -aunque no la tenga-, ¡son crímenes de conciencia!

Estamos ante el abominable “Lawfare” en su lado más oscuro, un antecedente vergonzoso y sin precedentes, con objetivos claros de persecución y conspiración con los que han buscado acorralar sin éxito a Rafael Correa, apuntando esta vez sus misiles a un proceso penal que busca involucrarlo sin pruebas en un delito gravísimo con el que conseguirían una orden de captura internacional para extraditarlo a Ecuador y apresarlo. Sí, tal cual hicieron con el vicepresidente Jorge Glas.

Estamos ante una dictadura disfrazada. La imputación contra Rafael Correa es un claro objetivo político que amenaza violar a la justicia una vez más sin nadie que la defienda, con el riesgo irresponsable de desatar la ira popular porque el pueblo jamás se hace a un lado ¡para que el diablo pague los favores a su servidumbre!

La memoria es el triunfo de los hombres libres, ¡el olvido es la derrota de los esclavos!

Ni perdón ni olvido señores, ¡rebeldes mil veces a ser esclavos!

Han desmembrado el país y han venido por el hombre que dejó la piel en la batalla, el que nos devolvió la justicia social, ¡el hombre que cambió la historia!

Esto ya no es cuestión de tiempo, el tiempo es un crimen cuando la patria agoniza; esto es cuestión de pueblo, esto es cuestión de valor, ¡esto ya es cuestión de patria!

¡No se metan con Correa!

jueves, 24 de mayo de 2018

EL AÑO DE LA INFAMIA


Por Marisol Bowen 

Un día como hoy, 24 de mayo, un hombre dejaba la presidencia del Ecuador y otro se ceñía la banda presidencial más grande de la historia, no por su tamaño que técnicamente era el mismo de siempre, sino por la inmensa historia que escribió quien la entregaba y la pequeñez inconcebible de quien la recibía; a quien de cualquier forma ¡le quedaba grande!
Desde entonces, el nuevo presidente cambió su casi diáfana bondad franciscana por la destrucción y la traición disfrazadas de “dialogo” y “estilo”. Así denominó a su giro intempestivo a la derecha y a la entrega del país directo a las fauces con hambre atrasada de los pretéritos poderes políticos, ¡los enemigos de la patria!
Desde entonces se divorció de la Revolución Ciudadana -con insondable descaro- insultó al pueblo que le dio el poder de todas las formas posibles y dijo públicamente que lo odiaba. Inició una cacería sin tregua contra quienes eran sus compañeros, Rafael Correa, Jorge Glas y todos los que olieran a revolución. Una cacería que disfrazó de “lucha contra la corrupción” bien direccionada a aquellos ex compañeros que convirtió en sus adversarios, más no a sus nuevos aliados políticos con bastante rabo de paja. Llegando al extremo inconcebible de la venganza, al judicializar la política y tratar de ocultar por todos los medios “la mesa servida” que le dejó un presidente cuyos logros fueron reconocidos por el Fondo Monetario Internacional (FMI), y que alcanzó incluso a su gobierno infructuoso, con un informe positivo por el mismo organismo internacional en cuanto a proyección en el 2017, y de cuyo informe y logro se apropió ¡sin sangre en la cara!
Un año de inventar cada cosa para justificar sus actos cuánticos con brutal saña y ridiculez, mostrándonos ante el mundo en calzones y con una vergüenza continental sin parangones, porque nos guste o no ¡votamos por él!
Ha transcurrido un año del más colosal esfuerzo por ‘descorreizar’ al país, un año de los cuales siete meses lleva en su conciencia -si acaso la tiene- la vida de un inocente encarcelado sin pruebas, de un vicepresidente que fue su compañero de fórmula y al que, por el perverso objetivo de quitarle la investidura que le dio el pueblo, su gobierno convirtió en un preso político.
Un año de la más vulgar demagogia, disfrazando la inoperancia y el incumplimiento con promesas como el “Plan toda una vida”, “Casa para todos” y “Medico del barrio”. Utilizando como publicidad -a falta de obras propias- imágenes de las casas entregadas por el anterior gobierno, de los servicios de salud del anterior gobierno e inaugurando como propias las obras que ese mismo gobierno dejó encaminadas.
Un año de un gobierno donde la verdad es una oda al silencio y no mentir es una falta. Un gobierno que en menos de un año ha tenido tres Ministros de Economía, -como jugando a la ruleta rusa-, dos de ellos que contradijeron a Lenin Moreno y se fueron sin pronunciar la necesaria mentira de un sobreendeudamiento del Gobierno de Rafael Correa, y el nuevo ministro -un empresario, producto indiscutible de la prueba y error- que, al haber formado parte del Comité Empresarial Ecuatoriano, no es muy difícil advertir hacia donde inclinará la balanza. En cuyas manos se gesta el destino económico de la patria y que podría “justificar”, ahora sí, un sobreendeudamiento en nombre de una crisis inexistente.
Un año de un gobierno en el que la suma de sus nefastas restas ha dejado como saldo tres ciudadanos asesinados, cuatro soldados caídos y dos esposos secuestrados en una guerra ajena por un “acuerdo político” con Colombia, tan ridículo como esbirro.
Un año donde la ley de comunicación que logró controlar a los medios mercantilistas, -cómplices por historia de todas las afrentas que vivió la patria-, está al borde de sufrir una eutanasia injustificada, si, en nombre de la libertad, pero para destruir sin riendas. Convirtiendo las mentiras totales o a medias en el pan de cada día; con medios embusteros copartícipes de la hecatombe y la desgracia de un pueblo que ha sido reprimido, violentado y que ha cumplido un año entre la indefensión y la incertidumbre.
Un año donde los medios de comunicación sin ética ni principios, al igual que las autoridades de control del estado manejadas como títeres, han desempeñado un rol fundamental en el entramado perverso del poder haciendo el trabajo sucio; enlodando la honra, persiguiendo, judicializando y condenando sin juicio a todo aquel que huela a Revolución Ciudadana, a década ganada, ¡a Rafael Correa!
Todo ha sido valido en el chiquero mal oliente de las malas intenciones, donde hemos visto incluso al diablo pagando mal a quien bien le sirvió, los tontos útiles que luego fueron desechados.
Un año de vergüenza -por decirlo menos- bajo las riendas pérfidas de un gobierno golpista y procaz. Con una Constitución vejada hasta el cansancio, de la brutal violación a los derechos humanos, del abuso descarado ante los ojos absortos del mundo que mira impávido como un gobierno vulnera la institucionalidad del estado con un Consejo “Transitorio” puesto a dedo y descabelladamente omnipotente, cuyo presidente, Cesar Trujillo, es uno más de los intrusos esporádicos del abuso cumpliendo el ultimo maquiavélico propósito de su infructuosa existencia. Dueño circunstancial de un poder mal habido que no cruzó por la dignidad del mérito, su solo nombre en una lista digna ¡habría sido un insulto a la inteligencia y la memoria!
Un año donde los políticos perversos y corruptos, así como los grupos económicos más poderosos han hecho de las suyas, y el pueblo -que aún camina confiado por la iracunda necesidad- ha sido utilizado con el viejo discurso del pan, techo y empleo, sin que en la praxis se haya cristalizado absolutamente nada.
Un año donde la justicia social y los beneficios para el pueblo han sido postergados para beneficiar a los poderes fácticos, donde el plan de gobierno se quedó en un papel esperando que la justicia popular ejecute la revocatoria del mandato por incumplimiento, como lo establece la ley.
Un año donde no hay nada que mostrar en las perchas de la decencia, donde en su lugar se exhibe una consulta popular inconstitucional que manchó la historia con sangre para que un presidente, -cargado de átomos negligentes-, consiguiera su única vergonzosa y costosa conquista, ¡evitar el regreso de Rafael Correa!
Un año donde ni la sombra queda del proyecto revolucionario que, con sus humanos errores, logró cambiar la historia. De aquella patria altiva y soberana que hizo hablar al mundo más allá de las tortugas gigantes y la mitad del mundo. De esa patria rescatada por la Revolución Ciudadana solo queda lo que no pueden llevarse en hombros: los hospitales, las carreteras, las Escuelas del Milenio, las hidroeléctricas, los Proyectos Multipropósitos y esa esperanza de revertir el terrible error cometido en democracia, a la que no hemos renunciado.
Un año donde el único esfuerzo que ha hecho Moreno ha sido culpar a Correa hasta de su propia ineptitud, “dialogar” con todos menos con el pueblo -incluidos políticos corruptos e impunes prófugos de la justicia-, instaurar nuevamente las viejas prácticas de las componendas y el entreguismo -las bases para sostener un gobierno infame-, reformar las leyes contra el pueblo, potencializar la empresa privada, entregarle el país a los caprichos usureros de la banca privada, reducir el estado y labrar el camino hacia la capitalización de la justicia social que le dejó al pueblo el gobierno de Rafael Correa. La crónica de una muerte anunciada con un gobierno claramente de derecha, donde la estocada final será quitarle al pueblo sus derechos ¡y ponerles precio!
Un año de los viejos políticos, de los cadáveres insepultos, de la vieja partidocracia. Un año de mirarlos locos de emoción con el odio concebido, ¡sin saber por dónde morder la venganza! En la hermandad hipócrita de la herencia de Caín, en un revoltijo vomitivo de todos los males juntos, convulsionando en la gula del poder inmerecido, ¡hirviendo como gusanos en la carne podrida!
Quisiera exagerar y decir que me equivoco, que es la pasión ciudadana la que guía mi pluma ¡pero no es cierto! Ni una estela de duda me salva la calma. Ni ciega podría no mirar el desastre al que nos conduce una mano equivocada. ¡Cómo le arañan la carne a esta patria indefensa! ¡Cómo se pagan los favores los que la destruyen! ¡Cómo persiguen a los que aún luchan por ella!
Cuando la patria llora con los ojos de sus hijos, ¡la rebeldía es un deber! El pueblo salva a la bandera o la historia se hincará para pedir perdón a la patria por la ignominia de sus hijos malos ¡y el silencio de sus hijos buenos!


martes, 3 de abril de 2018

EL GOBIERNO DEL INOCENTE PRESO Y LOS CULPABLES LIBRES


Por Marisol Bowen
La tormentosa novela, que nos obliga a ver cada día el nefasto gobierno, tiene un plan macabro que se va dilucidando con el pasar de los meses. Uno más ruin que otro, pero con un mismo perverso objetivo: perseguir a los revolucionarios, pisar sus cabezas, mentir y verle la cara al pueblo usando los medios de comunicación para convencerlo de una supuesta lucha contra la corrupción. El discurso exiguo y demagogo de cada lunes, mientras la pobreza empezó a crecer después de 10 años, según las nuevas estadísticas del Centro Latinoamericano para el Desarrollo Urbano (RIMISP)
Un gobierno cada vez más inaudito que persigue, encarcela y cada día nos sorprende con una desgracia nueva, lo que ya pasó de la inoperancia y la incapacidad, al crimen y la impunidad, ¡aquí no hay error de buena fe!
Con sigilosos pasos infames, se hicieron de la Vicepresidencia soslayando la Constitución en igual medida que soslayaron los derechos del legalmente Vicepresidente Jorge Glas; lo metieron a la cárcel sin pruebas y la trampa que usaron quedó al descubierto por la boca misma del entonces presidente de la Asamblea, José Serrano, quien al comparecer en la Asamblea y, -antes de salir de la presidencia por la puerta trasera-, habló sobre los acuerdos entre el Fiscal Baca y ODEBRECH para no acusar a José Conceincao Santos, el Hidra de Lerna de ODEBRECH. Efectivamente, el Fiscal Baca se ensañó con uñas y dientes contra Jorge Glas, quien fue sentenciado con un Código penal derogado y sin pruebas en su contra, mientras el mismo Fiscal liberaba de toda culpa al corrupto confeso José Conceincao Santos. Yo pregunto: ¿Con todo eso, no hubo acuerdo? ¡Es ahí cuando el sol es más grande que cualquier dedo!
Todo lo que al fin quedó al descubierto, no fue motivado por la decencia ni la ética, peor por la conciencia, sino por los audios entre José Serrano y Carlos Polit, que sacara a la luz pública el Fiscal Carlos Baca para salvarse de la hecatombe que se le venía encima. Algo sólo comparable con lo que en el bajo mundo de la delincuencia común se conoce como la causa y efecto de la traición entre cabecillas o la venganza ¡de un mal reparto!
El Fiscal Baca ha zapateado como en flamenco defendiendo su “accionar ético”, así lo dijo en rueda de prensa. Acusar a un hombre sin pruebas, pedir prisión preventiva para quien jamás escapó, utilizar un Código Penal derogado para asegurarse que no salga de la cárcel, hacer la de Pilatos y dejar libre a Barrabás mientras permitía que condenen a un inocente, que todo lo que hizo haya servido para consumar la trampa con la que le quitaron la Vicepresidencia que le dio el pueblo, que haya dejado a una madre sin su hijo, a una esposa sin su compañero ¡y a unos hijos sin padre! ¿Eso es acaso ético?
Sigue corriendo el tiempo y lo realmente importante que es el audio y la declaración de Serrano, donde queda claro que por intereses políticos metieron a la cárcel a un Vicepresidente, han sido estratégicamente eludidos por la justicia y los medios de comunicación, lo que motivó incluso la visita a Ecuador de una delegación de Chile encabezada por el Diputado Hugo Gutiérrez, reconocido por su lucha contra la violación a los derechos humanos, quien realiza un informe con la información recogida en torno a la ilegal detención de Jorge Glas en Ecuador. A falta de medios veraces y justos en nuestro país, ¡una nueva voz internacional se suma a este grito de justicia!
No le quepa la menor duda, estamos ante la maldad de un entramado inverosímil que nos ha llevado a la debacle, donde se ha evidenciado que todo fue un vil montaje para hacerse de la Vicepresidencia. Sin embargo, el Fiscal Baca sigue siendo Fiscal a pesar de las denuncias de Serrano y por su accionar despegado del derecho y la justicia, la Fiscal que acusó a Jorge Glas recibió del gobierno, -con bombos y platillos-, un nuevo cargo, y José Serrano, que, además, arrogándose funciones que no le competen, fue quien viajó a Panamá para pactar con Bucaram y luego con Capaya, sigue siendo Asambleísta. Aquí no se ha considerado que a confesión de parte relevo de pruebas, ya que lejos de ser procesado, él sí por asociación ilícita, porque admitió la veracidad de un audio donde, le guste o no, trata con un prófugo de la justicia, y admitió en el pleno de la Asamblea los acuerdos entre el Fiscal Baca y Odebrecht que terminaron encarcelando a un inocente.
No obstante, En medio de todo este torbellino de ilegalidades y pactos sin parangones ni escrúpulos, la pregunta es: ¿por qué Jorge Glas sigue preso?
El poder político sigue haciendo de las suyas, ¡entre ellos se lanzan el lodo que entre ellos se limpian! ¡El inocente preso y los culpables libres! Podríamos decir que ya tienen lo que querían, la Vicepresidencia, el problema es que, a la mezcla infame de la gula por el poder, ¡le añadieron la venganza! Mientras traman algo para enjuiciar por lo que sea a Rafael Correa, -que es el principal objetivo por el peligro que representa para sus intereses perversos-, Jorge Glas, que con su sola libertad podría ser el próximo presidente, ¡sigue siendo la bandera de sangre de los infames!
La ignominia indigerible que ha convertido al país en un estado sin derechos de ninguna índole, ¡peor humanos! Un país donde no escuchan a los Organismos Internacionales que ya se pronunciaron y que miran con asombro tal injusticia, una vergüenza que ante la opinión pública internacional ¡nos ha mostrado sin calzones!
Han roto a la justicia con una insolencia indescriptible, el estado de derecho se tambalea como una espiga de trigo sacudida por el viento atroz de la política más sucia de la historia, y el pueblo, entre discursos falaces, sigue en manos de lo peor de la partidocracia manejando las instituciones del estado y al gobierno mismo.
Pero no hay deuda que no se pague ni plazo que no se cumpla. Han volteado el reloj de arena en la paciencia ciudadana, el pueblo pasó de ser subestimado a ser desafiado, y la represión brutal que han ejercido, lejos de asustarlo, ¡ha levantado su fervor cívico! La solución del error cometido en democracia ya dejó de ser política, ¡ahora es del pueblo! Un pueblo que se autoconvoca a las calles para exigir sus derechos y la libertad de su Vicepresidente.
No hay discusión, en un país libre de pensamiento y obra, la ira popular ¡es el precio de confundir la paciencia con la estupidez!



sábado, 6 de enero de 2018

ESTADO EN DESCOMPOSICIÓN

Por Marisol Bowen
El nuevo año llegó a un Ecuador irreconocible, un país que en pocos meses desfiguraron y desmembraron; donde hemos pasado de un estado cargado de justicia social con un gobierno que caminó junto al pueblo durante diez años, el estado de las Hidroeléctricas y los Proyectos Multipropósitos, de las carreteras ejemplares, las obras de envidia, las Escuelas del Mileno, los hospitales de primera, la educación de calidad y la salud y educación como derecho; a un estado donde tenemos como preso político a un Vicepresidente a quien le han violado todos sus derechos. Un estado donde campea la traición y la deslealtad, donde los asambleístas se vendieron al mejor postor, donde existe una vicepresidenta puesta a dedo, donde se cierran hospitales, donde escasean los medicamentos, no se pagan los sueldos puntualmente en el sector público, donde se le quitan los impuestos a los ricos y se ocultan sus deudas con el estado, donde se pacta con los banqueros, donde han regresado las manifestaciones a las calles, donde se reprime con violencia al pueblo, donde los medios de comunicación son más actores políticos que los políticos, donde se reparten la patria entre políticos nefastos y corruptos, y donde, en la máxima expresión del descaro, se manipulan a las instituciones del estado ¡en cadena nacional!

Hoy habitamos un estado que apesta a corrupción, putrefacto, corrompido, rancio, pútrido y purulento. Un estado dominado por los enemigos de la patria, quienes manejan la media humanidad de un presidente que no es más que un impostor profesional, cuya incapacidad y falsedad han rebasado los límites de lo inaudito. Un hombre que hace gala de sus propias frustraciones y le cobra la factura de sus limitaciones al pueblo que le dio el poder. Un hombre que no ha sido capaz de honrar su palabra y no ha cumplido ni por accidente su plan de gobierno que incluye las casas que hasta la fecha no ha entregado; quien usa a los Granaderos de Tarqui para rendirse honores, cuando la misión de esta unidad especial de caballería del Ejército ecuatoriano es montar guardia en la puerta principal del Palacio de Carondelet y la Vicepresidencia, así como hacer honores a los Jefes de Estado que visiten oficialmente el país, acompañar a los mandatarios fallecidos en las honras fúnebres, Izar la Bandera nacional en el Palacio de gobierno y en ocasiones especiales montar guardia de honor ante la tumba del Gran Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre; siendo clara su honorable intervención en determinadas ocasiones. Sin embargo, como jamás ocurrió con Rafael Correa, Moreno se hizo despedir por los Granaderos de Tarqui en su viaje a Europa -en el avión que, por cierto, jamás vendió-, quienes le hicieron una corte de honor sin una razón justificada a quien cruzó sobre una alfombra roja -al mejor estilo Hollywoodense-, ¡sin honor alguno!
Estamos en un estado donde los recursos del estado son de uso personal, se abusa del poder, se violan los derechos humanos a plena luz del día, se miente con todos los dientes aupados en los medios de comunicación y se engaña al pueblo para conseguir un golpe de estado disfrazado de consulta popular. Un estado donde la mismísima Corte Constitucional sucumbe vergonzosamente a los poderes dictatoriales, que estando dentro de los plazos para no dar lugar a una consulta popular inconstitucional, guarda el cómplice silencio de la corrupción, porque eso ya sobrepasó el miedo, -si acaso en eso también quisieran escudarse-, porque ahora resulta que el “chantaje” como justificación está de moda.
Toda esa putrefacción conlleva a un solo objetivo, incluso criminal, ya que en la política sucia las banderas políticas no son solamente las que identifican a un determinado partido político, sino aquellas que se crean justificando los medios para los más maquiavélicos fines, ¡las banderas de sangre!
No lo digo yo, humilde pulso que derrama tinta, sino la historia misma de nuestros pueblos; parte de nuestra propia historia política está plagada de aquellas banderas de sangre, donde el mecanismo consiste en satanizar determinados temas de manera conveniente y utilizarlos de forma criminal para lograr los más terribles objetivos. En el caso del actual gobierno, esas banderas son usadas para lograr todos los poderes del estado a través de una consulta popular. Por ejemplo, tienen a un inocente preso, aduciendo una falsa lucha contra la corrupción. Jorge Glas es una de esas banderas de sangre que hoy usan sin piedad alguna con la complicidad de una Asamblea que lo entregó, mientras los medios de comunicación hacen lo suyo para construir la sentencia popular, y las instituciones del estado como la Fiscalía y la Corte de Justicia son descaradamente utilizadas para culpar y condenar sin pruebas.
Pero ese es sólo el principio de las banderas de sangre que enarbolarán en el camino al poder absoluto. Tenemos el ejemplo de la hermana Venezuela, donde la oposición asesina a figuras relevantes y también inocentes desconocidos que militan en las filas opositoras, quienes son elegidos, asesinados y luego enarbolados por los políticos opositores como banderas de sangre, con cuyas muertes culpan al gobierno revolucionario para crear caos, desestabilización y resentimiento colectivo. Un viejo y eficaz mecanismo utilizado por los gobiernos de derecha y sus actores políticos para conseguir lo que se proponen.
El escenario cambia, pero no el objetivo ni el mecanismo criminal. De ahí que resulte tan sospechoso lo ocurrido con la muerte de una niña, cuya búsqueda y crimen tuvo una palestra asombrosa en los medios de comunicación y la acción casi irreconocible del Ministerio del Interior que desató una campaña impresionante para su búsqueda. No es la única niña desaparecida, este caso se suma a muchos, sin embargo, fue su caso convenientemente mediático en mitad de una campaña sucia por una consulta popular que cuenta con una pregunta de enganche que involucra el crimen de la violación a niños. Una pregunta innecesaria ya que la Asamblea puede aprobar todas las leyes de este tipo sin necesidad de una consulta popular.
No obstante, considerando que el tal “10”, al que hace referencia la investigación sobre la niña asesinada, jamás fue identificado, que el único al que señalaron como culpable fue encontrado muerto en su celda en extrañas circunstancias y que dicha investigación llegó a su fin sin haber ni siquiera iniciado; con un caso tan doloroso como mediático, podríamos suponer que fue una bandera de sangre que dejó como resultado una niña asesinada que reforzó el objetivo de una consulta popular inconstitucional. Logrando manipular la opinión pública desde las entrañas. Todo sumado a una estratégica campaña de abusos sexuales en las escuelas que repentinamente aparecieron por obra y gracia del espíritu santo.
Hemos vuelto a la vieja patria, no solamente en el ámbito político y social donde se repartían la patria como una torta, sino en el mecanismo criminal con el que los gobiernos de derecha manipulaban al pueblo, algo también llamado “crímenes de estado”. Tenemos como ejemplo el Gobierno de León Febres Cordero, donde utilizaron instituciones policiales como el SIC con mercenarios vestidos de policías y criminales a sueldos como los que integraban los escuadrones volantes, liderados por Nebot, los que dejaron una estela oscura de muertos y desaparecidos, entre ellos los hermanos Restrepo.
Quieren lograr un golpe de estado con una consulta popular y harán lo que sea para conseguirlo. Las banderas de sangre, por ejemplo, siempre funcionaron y siguen funcionando en Latinoamérica, porque el sentimentalismo es nuestro lado flaco. Precisamente las armas que hoy utilizan para conseguir ganar una consulta popular inconstitucional y arbitraria. Nos engordan como a pavo para navidad con las viejas promesas del pan, techo y empleo, sumándole ahora bonos por cada hijo para mandar a los ilusos a reproducirse como cui. La cuestión es que una vez logrado el objetivo nos degollarán sin contemplación y vendrá el paquetazo, las medidas económicas para las que ya prepararon con mentiras el terreno asegurando que estamos en crisis y que no hay tal mesa servida.
Parte del maquiavélico plan ya ha sido expuesto, porque el pacto con los banqueros no pudo esperar. Les dio el manejo absoluto del dinero electrónico, cuya ley fue aprobada con el pago de los sueldos con dicho mecanismo. De ahí a que todos estemos obligados a abrir una cuenta bancaria, una cuenta de dinero electrónico y que logren acapara todos los dólares en nuestras cuentas, ¡hay sólo unos cuantos pasos! Todo con la complicidad de los de siempre, antes con el apoyo de los diputados y hoy de los asambleístas ¡sólo cambiaron las moscas! Finalmente, lo que viene después ya lo vivimos en 1999, solamente que está vez ya no tienen la necesidad de asesinar al Sucre para llevarse los dólares, porque ya estamos dolarizados.
Como ven, un nuevo Feriado Bancario ha empezado con una sola diferencia: antes cerraron los bancos para robarnos ¡y hoy nos roban con los bancos abiertos!
Con ese mecanismo y los impuestos que Moreno les quitó a los ricos, nos ha impuesto medidas económicas sin mucho ruido; pero si ganan la consulta popular, el ruido será ensordecedor y no podremos hacer nada para evitarlo. Todos los poderes del estado estarán bajo el control absoluto de un presidente que gobierna con las élites políticas destructoras del pueblo, pasará muy poco para volver a empeñarnos a los Estados Unidos y que regresen las bases militares estadounidenses a invadir nuestra soberanía. Es cierto que la Constitución que nos dejó Correa lo prohíbe expresamente en su Art. 5: “… No se permitirá el establecimiento de bases militares extranjeras ni de instalaciones extranjeras con propósitos militares. Se prohíbe ceder bases militares nacionales a fuerzas armadas o de seguridad extranjeras.”, sin embargo, con los asambleístas de su lado, esta ley que nos protege ¡será eliminada de un plumazo! Con la misma ilegalidad con la que han fraguado todo a vista y paciencia de todos, legalizando el descaro, la cuestión es que cuando un gobierno legaliza el descaro, ¡el pueblo sucumbe aplastado!
Pero no todo está perdido, tenemos un candil que nos ilumina el camino, Rafael Correa, quien llega a respaldar la lucha que nos han impuesto, y un líder que nos repleta de fortaleza y resistencia, Jorge Glas, cuya libertad se teje en nuestras manos.
Cada uno de nosotros, desde cada rincón de la patria deberá hacer un trabajo de hormiga para evitar un golpe de estado con una consulta popular inmensamente peligrosa y todas las banderas de sangre que se avecinan, porque una de ellas ¡podría ser cualquiera de nosotros!
Esta batalla ahora es nuestra y debemos librarla sin miedo, ¡pueblo organizado se llama!
Debemos luchar contra aquella consulta popular con la que mañana culparán al pueblo por haber aprobado en las urnas la destrucción de la patria; luego tomar el único camino que nos queda para salvarnos del error que cometimos en democracia y ejercer la verdadera voluntad popular, ¡la Asamblea Constituyente!
Hay dos formas de conocer las batallas ganadas, una vive en los libros porque no nacíamos y la otra ¡las escribimos nosotros!


domingo, 3 de diciembre de 2017

Movilidad e información en juego

Impedir el paso de un ciudadano es un atentado contra los derechos humanos, pues se restringe un derecho vital como lo es el de la libre movilidad. Empiezo el artículo así, pues varias personas, rumbo a Esmeraldas, denunciaron el impedimento que tuvieron para llegar a la convención. Varias furgonetas, y varios vehículos fueron detenidos, y con ello, su derecho a la libre movilidad. El servicio de Internet o el uso de banda ancha es muy usual en esta era tecnológica. Limitar su uso o impedirlo; para que no pueda ser transmitido con normalidad la información referente a la convención; podría dejar un precedente para que, en el futuro, un acto así sea considerado como un atentado a los derechos humanos, pues se limita un derecho fundamental como lo es, la libertad de expresión, en este caso en la esfera virtual. El uso de un Coliseo, es característico en las ciudades para realizar eventos sociales o políticos. No facilitar su uso, sin algún argumento sólido, podría demostrar los inicios de otro atentado, el del libre acceso y uso de un espacio así.

El temor del gobierno sin duda es notorio. Su accionar, pese a estar al margen de la ley de movilidad humana y derechos humanos del Ecuador, no es cuestionado ni visibilizado por parte de los medios de comunicación, lo cual presume ser una censura previa por parte de los mismos, al no reflejarlo en la esfera mediática. ¿Por qué sería una censura previa? Es una censura previa, pues las decisiones que se toman en la convención, tendrán un efecto directo en el primer mandatario del Ecuador y el partido que lo acogió durante una década. La decisión más obvia, es el retiro oficial de su carácter como presidente del movimiento por haber incumplido con los reglamentos del mismo; y la otra, que es una posibilidad, es la de ser expulsado del movimiento.

Pese a ello, a la convención llegaron alrededor de 1.300 delegados del movimiento y cerca de 8.000 simpatizantes y militantes, los cuales la legitiman. Además, se ha mencionado que, la no participación de un miembro del CNE podría deslegitimarla pero, este recurso sólo se utiliza en épocas de elecciones, como lo detalla el artículo 345 del código de la democracia, más no en las decisiones internas del movimiento, como lo detalla el artículo 370 y, la razón por la cual se realizó la séptima convención del movimiento Alianza País.  

Por Edison Posso  





miércoles, 22 de noviembre de 2017

Desde el balcón de la infamia


Por Marisol Bowen

Aún conserva la memoria como un óleo fresco, la imagen de Moreno y su humanidad pigmea en el balcón de Carondelet junto a un retrato de Rafael Correa, -uno de esos que después mandó sacar-, diciendo entre bendiciones sacrílegas: “Les pido a todo un aplauso cariñoso para nuestro ex presidente Rafael Correa... mucho éxito y hasta la vuelta compañero”.
El melodrama vulgar de una mentira de patas cortas y largas malas intenciones, una falsía que mantuvo mientras envenenaba al pueblo afilando presuroso ¡la puñalada trapera!
Desde entonces cada lunes se repite la obra desde el mismo balcón, cuyo público está conformado por los obligados servidores públicos, los esbirros de sus aliados políticos, los lentejeros y uno que otro mal agradecido alzando banderas de todos los colores. Cuando una bandera no es más que un trapo ¡cualquiera la levanta!
Aunque el discurso cambió abruptamente junto al hombre “afable”, el objetivo es el mismo; cianuro en gotas contra Rafael Correa, Jorge Glas, la Década Ganada y el mismo pueblo. Se entiende, culpar a otros es el único argumento ¡de los que no hacen nada!
Pero el balcón de la infamia también tiene un área VIP, un espacio para los cómplices de cuello blanco y conciencias negras; entre políticos nefastos y traidores de competencia. Pero esta vez llegó el perverso entre los perversos; un condumio de todos en un solo ser, Gustavo Larrea. ¡La cereza de esta vergüenza ajena colectiva! Quien se reunió con Moreno previo a la salida al balcón de la infamia. Sin duda el momento debe ser extremadamente grave para Moreno y sus séquitos, al punto de mostrarse “protegido” ¡y por quien!
Al ver en dicho balcón a Larrea, es inevitable recordar aquel Memorando que circuló en las redes sociales y fue entregado en todas las instituciones públicas; el que indicaba que Gustavo Larrea no tenía nada que ver con el gobierno de Moreno, mientras aquel nefasto individuo entraba y salía de Carondelet como Pedro por su casa. Una vez más y a plena luz del día otra mentira queda al descubierto, y el sentido etimológico de la palabra “descaro” se hace chico, se reinventa, se agudiza, ¡es brutalmente inédito!
Ahora desde el balcón de la infamia, Moreno ha exteriorizado una vez más su verdadero yo, casi pidiendo auxilio ante una Revolución que no ha podido vencer y a un hombre que regresa ¡tan grande como se fue!
“¡Que venga!” ha dicho con su fallido desafío y al borde de la histeria, sólo le faltó arrancarse los pelos. En vano, ¡porque águila no caza mosca! Sus palabras no le hacen mella a Correa, ni su falsa invitación es el motivo de su regreso, ¡sino el pueblo!
“Que venga… que no se esconda en las fronteras”, tratando de “escondite” a la provincia de Esmeraldas, donde se realizará la Convención Nacional de Alianza PAIS, mientras pone por encima de ella a ciudades como Guayaquil, Quito y Cuenca. Tamaño insulto para una provincia aguerrida que demostró su valentía al enfrentarse y levantarse del terremoto del 2016; una provincia que merece absoluto respeto. Pero no podemos esperar menos de quien ha dicho odiar al pueblo que le dio el poder ¡con el que hoy lo aplasta!
No conforme con eso, en un intento vil de provocar enfrentamientos, conminó a la ciudadanía a recibir a un inventado Correa que dejó a un imaginario país destruido, haciendo referencia a los últimos años de su mandato, -aunque no lo dijo, del que también formó parte-, instigando, cual cobarde, a la violencia contra un hombre que vuelve a su país -dicho por él-, “como cualquier ciudadano”.
Podemos advertir que Moreno, con tan malévolo, mordaz y visceral sentimiento de furia, daría su media vida por ver a la plaza grande convertida en un sangriento coliseo Romano, y él como todo un Herodes, aplaudiendo su obra macabra ¡desde el balcón de la infamia! Lo que afortunadamente no ocurrirá porque para eso necesitaría pueblo y no sólo las encuestas de CEDATOS.
Cuando más fuerte azota el viento a la espiga de trigo, ¡esta se multiplica!
¡El inocente enfrenta, el culpable huye! Correa no fue el que huyó asesinando al Sucre y millones de familias, no fue el que dejó los dientes en un helicóptero, no fue el que se autoexilió evadiendo la justicia para volver impune, ¡equivocado está de hombre!
Rafael Correa regresa, no el que ha pintado el pulso ingrato sino el que conoce el pueblo. El hombre que cambió la historia de la patria, el que nos trajo la justicia social como derecho, el que enalteció a la bandera y nos regresó el orgullo ecuatoriano. El que salió por la puerta grande por habernos devuelto todo ¡incluida la esperanza!
Rafael Correa regresa como cualquier ciudadano Revolucionario, como lo prometió ¡en el momento histórico! No vuelve como presidente; regresa como pocos, como los grandes hombres que sobrevivieron a la traición infame, ¡regresa hecho pueblo!
Marisol Bowen


Sacha: Organizaciones sociales hacen un llamado a la resistencia pacífica, iniciando con varios plantones, el 11 de marzo

Después de la  Asamblea de organizaciones sociales, realizada en la Sede nacional de las Casa de la Culturas, en la Sala Jorge Icaza, el 6 d...