Por Marisol Bowen
Escritora y cantautora
A falta de los recordados
enlaces ciudadanos con los que el país recibía una cátedra gratuita de
economía, historia, derechos, justicia y verdad cada sábado; Rafael Correa
sigue desmontando mentiras e informándole a su pueblo a través de su cuenta de
Twitter, la que tiene más de 3 millones de seguidores; casi la cuarta parte de
los habitantes del país.

Comentario al que Rafael Correa respondió por
el mismo medio “Me dice dónde le devuelvo los pocos impuestos que ha pagado”, y
adjuntó las cifras que Jean Canon ha pagado de impuestos desde el 2003 hasta el
2016.
Para variar, "si el opositor lanza la
piedra es libertad, pero si el revolucionario se la devuelve es agresión",
¡absurdos de la doble moral!
De ahí que hayan salido al típico pataleo como
cucarachas con baygón, los bien identificados periodistas de oposición y de
Fundamedios – que es lo mismo- y otros menjurjes vivientes, asegurando que
"la privacidad está bajo amenaza" y con ese absurdo reportaron y
pidieron reportar la cuenta de Twitter de Rafael Correa. Como siempre si no
pelean en gavilla no son tan ellos.
Respecto a la publicación de Rafael Correa y a
la terrible información proporcionada -por cierta será- que provocó el reporte
descabellado de su cuenta en Twitter, es menester aclarar el panorama, ya que
se ha pintado esta situación como “amenaza”, lo que implicaría ser “ilegal”.
Pues no es así; ya que, gracias a las políticas de transparencia, instauradas
en su Gobierno, la información del pago de impuestos de cada ciudadano, que se
encuentra en la página web del SRI (Servicio de Rentas Internas), es de
carácter público; acceder a esta información no viola derecho alguno. Salvo que
la misma sea sesgada maliciosamente, lo que no ha ocurrido. Es decir, Rafael
Correa ¡solo hizo público lo que ya es público!
¿Dónde está la amenaza?, que la verdad hiera
la susceptibilidad de la doble moral, no es problema suyo.
Pedir, solicitar, exigir o denunciar para que Rafael
Correa elimine su cuenta de Twitter y no se pronuncie, no opine, no escriba, no
esto y no lo otro, es algo que pueden hacer, como tantas torpezas que se ven en
las redes sociales; pero de ahí a ser escuchados, violentaría sus derechos
constitucionales.
Al margen que haya sido un Presidente
insustituible que cambió la historia de la Patria, ser el político más
influyente con más poder comunicacional y con más seguidores en las redes
sociales en todo el país; es un ciudadano con los mismos derechos que cualquier
otro. Pretender amarrar sus dedos, callar su voz y engrillar su pensamiento, es
simplemente inadmisible. Su libertad a expresarse está protegida al igual que
la de todos -incluidos los instigadores - por una misma Constitución, la de la
República del Ecuador; así como por el Artículo 19 de la Declaración Universal
de los Derechos Humanos de 1948. Un cumplimiento que constituye obligación
internacional, a lo que Twitter está sujeto, por ser un derecho consagrado
mundialmente.
Antes que salga algún iluminado a decir que
“Rafael Correa violó la libertad de expresión de los periodistas de oposición”,
es necesario entender que la libertad de expresión no debe ser confundida con
libertad de agresión, son dos cosas distintas, la una es un derecho y la otra
es un abuso.
Un ejemplo de libertad de agresión, que si
justificaría el silencio que la oposición pide, es lo que hemos visto por parte
de esa misma oposición durante 10 años, me explico; la mayoría de medios de
comunicación y los políticos de derecha han hecho uso de esa libertad a diestra
y siniestra. En las últimas elecciones presidenciales dieron como ganador al
perdedor, lo que provocó conflictos, desmanes, destrucción del bien público,
heridos, etc. Ese es un claro ejemplo de la libertad de agresión, sin contar
las innumerables ocasiones en las que se ha tildado de corruptos a funcionarios
y personas sin pruebas, ni la sentencia ejecutoriada de un juez que así lo
determine, como la ley lo indica. Algo con lo que Rafael Correa ha tenido que
lidiar hasta la fecha.
Las Leyes establecidas en la constitución del
2008 y la Ley de Comunicación, proporcionaron un cambio histórico en las
libertades justas como necesarias de los medios de comunicación, un camino
marcado para la información correcta que no es otra cosa que la verdad publica,
que no llegó con el retorno a la democracia en 1979, pero que al fin llegó con
la Revolución Ciudadana para una patria que había sido dominada por las
¡puñaladas de tinta!
Leyes que fueron moldeando de alguna manera y
a fuerza de juicios legales, muchas veces, a los medios de comunicación,
quienes salieron en defensa no de la libertad de expresión, sino de sus propias
"libertades"; para lo que en vano opusieron resistencia a una ley que
coartaba el abuso más no la libertad de expresión como tal, y que los llevó a
tildar al Presidente de “intolerante”, cuando es humano tolerar la verdad
porque es verdad aunque hiera, pero jamás la mentira como mentira aunque no
mate. Algo que no aprendieron los más avezados sicarios de tinta, ni con el
perdón que Rafael Correa les regaló.
Ahora esos mismos, a modo de venganza - algo
así como un mal vecino enojado por sus justos reclamos, espera que usted salga
de casa para envenenar a su perro - hoy pretenden soslayar los derechos de
Rafael Correa a expresar su pensamiento en un espacio en el que no pueden
competir con el recordado mandatario, las redes sociales.
Muy seguramente, un gobierno que ha dado
inicio con un particular “manos extendidas”, sea mal entendido, y se haga
posible que esta solicitud de callar a Rafael Correa se salga de las redes
sociales y, aunque suene inverosímil, se presente como solicitud formal,
escrita y descarada; me adelanto para indicar que viabilizar, analizar o
aceptar siquiera tamaña y atrevida solicitud, violentaría los derechos de
Rafael Correa y por ende la Carta Magna y su Artículo 66 “Se reconoce y
garantizará a las personas, el derecho a opinar y expresar su pensamiento
libremente y en todas sus formas y manifestaciones”, ¡eso sí que sería un
delito!
¿Se viola la ley si se dice la verdad?, ¡no!,
se viola la verdad sino se respeta la ley. No hay un solo atisbo de mentira en
las palabras de Rafael Correa, solo el malestar que ellas provocan en los
farsantes. Verdades que desmontan mentiras y desarticulan la desinformación;
que le hacen frente, por ejemplo, a la falsa “crisis”, con la que se llenan las
playas en feriado y se llenan los centros comerciales los domingos, pero que
los opositores han repetido más de las 100 veces necesarias para creerla
cierta. Aquí una publicación de Rafael Correa, como ejemplo de las razones por
las que callar la verdad es tan importante para sostener las mentiras.
“… Les duele reconocer que, en un tiempo récord,
sin moneda nacional, sin paquetazos, con terremoto y 3.500 réplicas incluidas,
logramos superar una severa recesión que afecto a toda América latina. Pero
para los politiqueros debemos ser lo peor y estar en “crisis”, “exigen” que se
torturen los números para que las cifras confiesen lo que quieren escuchar. Eso
se llama deshonestidad intelectual, pero “lo mismo da un burro que un gran
profesor” ¿Qué no se ha resuelto todo?, ¡por supuesto!, pero con la tercera
parte de lo que nos pasó en los últimos dos años, los mismos de siempre
quebraron al país en 1999.
¿Alguien de mi generación recuerda un cambio de gobierno sin un paquetazo? ¡Esa es la Revolución!”
¿Alguien de mi generación recuerda un cambio de gobierno sin un paquetazo? ¡Esa es la Revolución!”
Aún seguimos esperando la respuesta.
¿A qué le temen?, ¿a verdades como esa?, ¿a la
verdad en su brutal esencia?, porque ella desnuda y sin armas destruye a cuanta
mentira la hiere, la que es más justa, más cierta y peligrosa si la pronuncia
una boca ¡que aun sacude las masas!
El terror, el pánico y el espanto se
evidencian, se sienten, ¡se respiran! Habitan el aire de los pasillos de los
medios mercantilistas y en la almohada donde en vano busca descanso, la
conciencia turbia de los políticos opositores, de los atrasa pueblos, ¡de los
derrotados!; miedo ante un hombre que no pudieron vencer, ante la palabra de
quien esperaron desaparezca, de quien no imaginaron aún más fuerte, ¡de quien
podría volver!
Por eso callar el grito de la verdad imploran,
por eso atropellar sus derechos piden, porque abrimos los ojos, porque pasaron
los 100 oscuros años de Neruda y el pueblo despertó, porque ya no les creemos,
porque ya no los necesitamos, ¡sí!, ¡ni para madurar aguacates!
La doble moral maliciosa y temeraria
ResponderEliminarExcelente comentario, felicitaciones a Marisol Bowen...!
ResponderEliminar"cuando es humano tolerar la verdad porque es verdad aunque hiera, pero jamás la mentira como mentira aunque no mate"...añadiría "La verdad triunfa por si misma; la mentira, necesita siempre complicidad"...Excelente artículo señora Bowen, y escribir la verdad siempre llena el alma y la esperanza, los mentirosos que llenan los diarios necesitan la complicidad de sus compañeros para esparcir su mentira, usted con tan buen criterio los despedaza con la verdad...GRACIAS.
ResponderEliminarNadie como el , seguira siendo nuestro presidente , solo con el , el pueblo pudo habrir sua ojos y nos dio el orgullo de ser ecuatorianos. Viva Rafael por siempre
ResponderEliminarmi respeto a este articulo bien fundamentado, con verdad y justicia señora Bowen, eficaz defensa de un gran líder y hombre de bien como es nuestro ex mandatario Economista, Dr. Honoriscausa, Estadista : Rafael Correa Delgado.
ResponderEliminarBuen comentario, Rafael Correa debe seguir en la lucha y todos apoyarlo
ResponderEliminarExcelente análisis mi preciosa Marisol ,razón por la cual nuestro líder Rafael Correa lo ha compartido y yo con tu anuencia lo compartiré también. Besos.
ResponderEliminarExtraño las clases de economía de los Sabado ... Regresa @mashirafael
ResponderEliminarMe gusta, la verdad ha sido dicha punto, felicitaciones Marisol
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